El acusado (de espaldas), sentado en el banquillo. EFE Un peluquero que le clavó las tijeras en un hombro a un compañero, además de pincharle en el vientre con otro objeto punzante, cumplirá dos años y seis meses de cárcel como máximo, después de haber reconocido los hechos este miércoles ante la Audiencia Provincial de Valencia.
La fiscal del caso solicitaba en su escrito de acusación ocho años de pena en total, por un intento de homicidio y por un delito de amenazas, pero tras haber asumido su culpa el acusado, reconociendo los hechos, y a causa también del acuerdo entre acusación particular y defensa, ha rebajado su petición a dos años de prisión por tentativa de homicidio y seis meses por amenazas, una petición a la que se ha sumado el letrado de la víctima.
El Ministerio Público ha solicitado, además de la pena citada, una indemnización para la víctima de 2.900 euros y el pago de las costas del proceso a cargo del acusado, que se ha conformado con este castigo.
Todo ello supone que el tribunal dictaminará sentencia en el sentido acordado este miércoles por las partes y, en todo caso, nunca más allá de la pena solicitada por las acusaciones.
Los hechos reconocidos por Alam I.L., el acusado, sucedieron el 15 de febrero de 2019, cuando el reo conminó a la víctima, Hamza F., un joven marroquí que trabajaba en prácticas en la peluquería en la que estaba empleado el autor de la agresión, a abandonar el establecimiento, llamándole "moro de mierda" y advirtiéndole de que si volvía a trabajar allí le mataría.
Tres días más tarde, cuando Alam, de nacionalidad dominicana, se encontró a Hamza en la peluquería, adonde había acudido la víctima para recoger sus pertenencias, le dijo que saliera y cuando se disponía a abandonar el local, con ánimo de matarle, le clavó unas tijeras de cortar el pelo en el hombro, además de pincharle con otro objeto punzante, que no ha sido identificado, en el costado derecho.
Este segundo pinchazo afectó al hígado, aunque no gravemente, según un informe forense ratificado en el juicio, lo que da idea de la peligrosidad de la agresión, que pudo haber sido mortal.
La víctima huyó como pudo y se refugió en un local próximo, en el que fue auxiliado por dos hombres que han prestado testimonio durante la vista, relatando que acompañaron a Hamza al hospital.
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