Detalle del trabajo en laboratorio a la hora de llevar a cabo las técnicas en fertilidad.// IMERLa infertilidad en la comarca del Camp de Morvedre se ha cifrado en un total de 220 parejas que presentan dificultades a la hora de concebir un hijo, según se desprende del último informe realizado por la Sociedad Española de Fertilidad, que sitúa en un 17% el porcentaje de parejas infértiles registrado en el territorio nacional.
En cuanto a la proporción diferenciada por sexos, el 40% se refiere a hombres, otro 40% afecta a mujeres y el 20% restante se centra en casos mixtos o de infertilidad de origen desconocido, es decir, se refiere a casos en los que aparentemente no existe ningún problema físico ni patología conocida.
Así lo explicaba el gerente del Instituto de Medicina Reproductiva (IMER) de Valencia, Miguel Ángel Montalbo, quien apuntaba que el número de visitas en clínicas privadas se ha reducido en los últimos años, sobre todo desde que empezó la crisis, aunque siga habiendo porcentajes de infertilidad. “La causa de esta disminución de parejas que optan por un tratamiento de fertilidad en centros privados tiene mucho que ver con la situación de crisis que se viene notando, también a la hora de optar por una clínica que no sea pública”, añadía.
En este sentido, el gerente de la clínica IMER Valencia señalaba que “al no tratarse de una patología vital, lo que hacen la mayoría de parejas es optar por la sanidad pública y esperar la llamada que les garantiza el tratamiento gratuito”. Este hecho repercute directamente en las listas de espera de las clínicas públicas que se han visto aumentadas, ya que “la coyuntura económica que vivimos propicia que las parejas apuren al máximo y solamente opten por las clínicas privadas en casos concretos, como la edad avanzada de la madre, aunque hay que puntualizar que la media de espera para acudir a la primera visita, con vistas a realizar un tratamiento de reproducción asistida es de unos 18 meses, puntualizaba. Es decir, “hace unos años las parejas afectadas optaban por las dos vías posibles. Por un lado, se apuntaban a las listas de espera de la sanidad pública y por otra parte, durante el periodo de tiempo que transcurría hasta que las llamaban de la lista de espera, se iban haciendo tratamientos por la otra vía, que era en las clínicas privadas. Ahora la situación ha cambiado, ya que se opta primero por la clínica pública y cuando se agotan las posibilidades, ya se acude a las clínicas privadas”.
Además, desde IMER Valencia se remarcaba que “no hay que olvidar que Valencia es puntera en técnicas de reproducción asistida y es un consolidado referente gracias a los grandes avances logrados en los últimos años”.
La expresidenta de la Asociación Nacional para Problemas de Infertilidad CERES, Mª José González, por su parte, afirmaba que “en cuanto a las listas de espera se han duplicado en los últimos años, por la situación de crisis que sufre el país, ya que las parejas afectadas no pueden acudir a clínicas privadas porque su situación económica no se lo permite y porque el gobierno ha practicado una política de recortes, que ha influido negativamente en la fluidez de las listas de espera”.
En este sentido, “hay que incidir en el hecho de que las mujeres de 38 años o más, ya no entran en la seguridad social, con lo cual han de buscar una clínica privada para poder acceder a un tratamiento, por lo que la situación se complica”, explicaba. “Si a esto añadimos que el Estado no subvenciona nada, ni asume siquiera el coste de los medicamentos, nos encontramos con esta situación”.
En cuanto a las causas de la infertilidad, se deben a varios factores. Los principales son la baja calidad del esperma y el retraso de la edad para la maternidad.” La disfunción de la baja calidad del esperma viene dada, en la gran mayoría de los casos, por la escasa movilidad de los espermatozoides, manifestaba la expresidenta de CERES. “El retraso de la edad para ser madre es otra de las causas comunes con la que se encuentran muchas mujeres. Normalmente, cuando las mujeres deciden ser madres, su reserva ovárica es mínima, al dejar para más tarde algo tan importante como es la maternidad. Si a esto unimos los factores ambientales, el estrés, etc, se crea un caldo de cultivo para sufrir infertilidad".
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