Imagen del vehículo. / Archivo Familia Mínguez Bori.
Detalle del tractor. / Archivo Familia Mínguez Bori. Hablar de la exposición que se inauguró el pasado día cuatro de marzo
en el MuVIM de Valencia, en homenaje a Luis García Berlanga, el gran
artista, director y guionista a la vez que transformador del cine
español desde 1951 hasta el año 2002, dirigiendo películas tan
recordadas como Bienvenido, Mr. Marshall, Esa pareja feliz, Novio a la
vista, La escopeta nacional, Calabuch, Los jueves milagro, Plácido o
El verdugo, entre otros muchos títulos, el algo importante y que los
medios de comunicación han puesto de manifiesto.
García Berlanga fue Premio Goya a la “Mejor dirección”, por la
película <Todos a la cárcel (1993)>. Acreedor de Distinciones
como: Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1986) y Premio Goya a la
mejor dirección (1994) por tanto estamos ante un acontecimiento por
tratarse de este insigne valenciano, miembro de la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando.
Esta exposición que puede verse en el MuVIM, tiene a bien presentar
entre las muchas obras que expone, un tractor “Fiat Picolo” de 1954
propiedad de la familia de Joaquín Mínguez de Villar del Arzobispo. Esa
pieza pertenece a la colección que ha heredado la Familia Mínguez-Bori,
de su padre, Joaquín, que a lo largo de su vida, entre su actividad
agrícola y sus aficiones llegó a reunir hasta ciento sesenta y siete
vehículos agrícolas en su colección en tierras de la Serranía.
Tractores de todos los colores, marcas y modelos, que desde 1954 ha
guardado como un tesoro en el lugar adecuado para poderlos exhibir. Se
puede contar como un hecho gracioso que Joaquín Mínguez, una de las
primeras adquisiciones que hizo fue en Madrid durante el viaje de novios
con su esposa Adela, invirtiendo la recaudación de la boda en un
tractor “Valmet”.
Era un afición muy grande al mundo de los tractores, refería Joaquín
que su marca preferida, era la Valmet, aunque en sus almacenes podía
presumir de tener muchas más marcas de garantía. Una vida dedicada al
campo y a la maquinaria, visitando Ferias Agrícolas en toda España,
gozando del crédito y estima oportuna, para adquirir el mejor tractor
de la más prestigiosa firma. Un hombre tan vivo, como trabajador.
La Asociación Española de Amigos de la Maquinaria Agrícola, tenía a
Joaquín como un referente, por su dedicación vital, su esfuerzo por
conservar, mantener, arreglar este material tan necesario para las
labores agrarias y en ocasiones tan olvidado. Noble afición la suya por
preservar las máquinas que cambiaron de destino del campo, poniendo en
valor el trabajo agrícola, que a lo largo de los años se ha modernizado y
no ha caído en el olvido gracias, a personas como Joaquín, y en esta
ocasión, gracias a la Diputación de Valencia, por recordarlo en esta
exposición del inmortal Luis García Berlanga. El recuerdo de la historia
permanece vivo en momentos, acciones, imágenes y personas como Mínguez y
Berlanga, unidos por el arte.
En el año 2015, el último día del mes de mayo, nuestro protagonista
a los setenta y siete años, lleno de vitalidad, partió rumbo a la
eternidad, a causa de un accidente con uno de esos tractores. Joaquín
fue presa mortal, en una fatídica maniobra mientras aseaba una de esas
joyas históricas. El respeto de su familia ha sido mantener ese legado,
que hoy ocupa estas líneas de información, no solo como parte viva de
una importante exposición, sino como homenaje a aquel hombre que soñó
con una agricultura más moderna, invirtiendo en progreso y maquinaria,
abrazando la gloria con aquello que en vida tanto amó.
Su hijo Manuel, lleno de emoción, asistió a la inauguración de ésta
muestra, muestra generosa con el arte, con el cine, con los genios
valencianos, pero para la familia de Villar del Arzobispo, muestra
exquisita, prueba de amor, para con Joaquín Mínguez, el agricultor
revolucionario, capaz de concentrar más de ciento cincuenta tractores,
ciento cincuenta obras de arte, que con sus aperos, remolques,
tornillos, tuercas, ruedas y demás elementos, fueron capaces de
contribuir a modernizar el campo en su tierra y hacer verdad ese famoso
refrán de los años sesenta: “Si tiene buen paladar, beba vino del Villar”.
Porque esos hombres amantes de sus pueblos, saben de agricultura,
saben acariciar la tierra, saben sacar rendimiento del agua de lluvia,
en definitiva pueden presumir gozosos de otra copla que me enseño un
hombre llamado Vidal, en la vecina población de Pedralba, que tantas
veces me la cantó, hasta aprenderla de memoria: “Con un amor tan profundo, Dios le concedió al Villar, la mejor tierra del mundo, y la Virgen de la Paz, y la fuente del Raimundo.”
Enhorabuena a Adela Bori, a toda su familia, por dar gloria al
Villar, con su tractor Fiat Picolo, en la exposición en honor a Luis
García Berlanga.
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