Una anciana descansa en su habitación de la residencia. EFE/Mariscal/Archivo Las residencias de ancianos han sido las más golpeadas durante esta pandemia del coronavirus y para intentar que no vuelva a producirse una situación similar es necesaria una "alianza" entre esos centros y Atención Primaria con los objetivos de trabajar de forma conjunta y mejorar la atención de las personas mayores.
Así lo aseguran las sociedades científicas de Medicina Familiar y Comunitaria (SoVaMFic) y de Geriatría y Gerontología de la Comunitat Valenciana, que recuerdan que las residencias son los hogares de los mayores y "atenderles donde viven es una función características de los médicos de familia, una extensión de la atención domiciliaria propia de la Atención Primaria".
Por ello, ambas entidades proponen a la Conselleria de Sanidad una "firme alianza" entre Atención Primaria y los centros residenciales para "garantizar una mejor asistencia y calidad de vida de los mayores más vulnerables".
"Creemos que para garantizar el acceso a la cartera de servicios de Atención Primaria y Hospitalaria de cualquier persona que esté en un centro residencial es imprescindible una estrategia común", destacan.
Advierten de que el sistema sociosanitario "viene arrastrando debilidades que la actual pandemia ha puesto de manifiesto y es el momento de mejorar la atención integral a las personas más frágiles".
"Aplaudimos el esfuerzo heroico de los profesionales de residencias. Los equipos que han decidido confinarse con los mayores en plena crisis COVID son una muestra de profesionalidad y humanidad dignas del reconocimiento de toda la sociedad", aseguran ambas sociedades.
Según indican, independientemente del modelo de gestión del centro (público, concertado o privado), cada persona asignada a un cupo de pacientes tendrá un mejor seguimiento y una mayor integración en su comunidad si son atendidos de forma multidisciplinar por equipos de Atención Primaria y de las residencias.
Anabel Jiménez, médico de Familia y miembro del grupo de trabajo de atención domiciliaria y cuidados paliativos de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria (SoVaMFiC), explica a EFE que apuestan por un "refuerzo de equipos" porque el personal sanitario de las residencias "trabaja muchas veces en soledad".
"Hacen una labor que admiramos muchísimo pero son poco valorados y reconocidos, y mal pagados", asegura Jiménez, quien considera que se les tiene que "equiparar. Tenemos que ser de igual a igual porque los residentes son pacientes comunes".
Los síndromes geriátricos son parte muy importante de la formación de los médicos de familia y de la práctica diaria en las consultas presenciales en centros de salud y en la atención domiciliaria.
No es un campo ajeno a la especialidad, al igual que el modelo de atención centrado en la persona que se está implementando desde hace años en muchas residencias de personas mayores, señalan.
Ambas entidades abogan por abrir un debate político sobre la necesidad de impulsar en España nuevos modelos de centros, alternativas que se acerquen más a vivir como en casa, como alojamientos tipo cohousing, viviendas comunitarias, edificios intergeneracionales o apartamentos con servicios.
"Se debe asegurar que todas las personas mayores que viven en residencias tengan acceso a la cartera de servicios de Atención Primaria y Hospitalaria", afirman ambas sociedades.
Las sociedades científicas se ponen a disposición de la Administración Pública para colaborar en el diseño de una estrategia concreta que mejore la coordinación entre centros residenciales y centros de salud, así como con Unidades de Hospitalización Domiciliaria y resto de servicios hospitalarios.
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