Susana Gisbert.Cuando
estas páginas vean la luz, ya todo el mundo fallero –y el que no
lo es- conocerá la noticia que me tiene viajando en una nube desde
hace unos días. Que no es otra que el hecho de que esta humilde
fallera –entre otras cosas- ha sido elegida como mantenedora de la
Fallera Mayor de Valencia.
Como no
podría ser más feliz, he querido compartirlo con los amigos y
amigas que, desde El Periódico de Aquí, me acompañáis desde hace
tanto tiempo.
Los sueños
a veces se hacen realidad. Y eso es lo que me ha sucedido a mí. Solo
con imaginarme en lo alto de ese escenario se me ponen los pelos de
punta y se me escapan las lágrimas. Espero que la emoción del
momento me permita estar a la altura.
No tengo
más que palabras de agradecimiento para quien, desde Junta Central
Fallera, pensó en mí para tan alto encargo. Y para mi querida
comisión, Cádiz Denia, que ha acogido la noticia con la misma
alegría que yo, al igual que mi Agrupación de Fallas de Ruzafa,
barrio fallero donde los haya. También para el mundo fallero en
general, del que he recibido más muestras de afecto de las que
podría esperar.
Soy fallera
antes casi de cualquier otrra cosa que pueda ser. Los primeros moños
me los colocaron casi a traición cuando apenas era capaz de
sostenerme en pie y desde entonces no han pasado ni unas solas Fallas
sin que me vista de valenciana y, por supuesto, sin que las viva
desde el interior de mi casal.
Hoy, con
este enorme honor, ha llegado el momento de tratar de devolver a las
Fallas parte de todas las cosas buenas que me han regalado, haciendo
el mejor discurso que sea capaz de hacer. No puedo asegurar si su
contenido estará a la altura, pero lo que sí puedo jurar es que el
corazón si que lo estará. Si consigo que deje de dar saltos y no se
me salga del pecho antes de tiempo, claro.
Ser la
mantenedora de Raquel Alario, una persona fantástica, enormemente
preparada y fallera hasta la médula, me ha hecho tocar con la punta
de los dedos el cielo fallero. Y me gustaría invitar a todo el
mundo, fallero o no, a ver esta primera Exaltación de unas fallas
Patrimonio de la Humanidad, aunque tenga que ser a través del medio
que lo retransmita.
De nuevo,
mil gracias. Ojala sea capaz de transmitir toda la felicidad y la
emoción que me embarga.
SUSANA
GISBERT
(TWITTER
@gisb_sus)
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