Paco Novella. FOTO EPDACorría el mes de marzo de 2004 cuando quien esto escribe se encontrara intentando aparcar cerca de la Facultad en Blasco Ibáñez.
En aquel tiempo las vallas publicitarias acostumbradas a la cola y al papel parecían estar inundadas por los carteles electorales de todos los partidos que pretendían llamar la atención de los futuros votantes a quienes impelían para conseguir su voto:un voto disputado en aquel tiempo donde el triunfo popular se adivinaba como algo probable que creían seguro pues se gozaba de una relativa prosperidad y el trabajo no faltaba.
En aquel año de 2004 la economía andaba sin contar con adversidad alguna y todo parecía estar en construcción permanente de manera imparable .Mientras, se levantaban las grandiosas estructuras de la Ciudad de las Artes y las Ciencias:un proyecto que pocos criticaban y muchos encarecían como algo beneficioso para la ciudad de Valencia cuyo turismo crecía a medida que pasaba el tiempo.
En aquel tiempo la ciudad estaba disfrutando de un crecimiento sin igual: las nuevas infraestructuras cosían con su caprichoso pero concienzudo trazado el mapa de una ciudad cuyo futuro, alejado del pesimismo ,parecía no tener fin.
Andaba yo buscando algún lugar donde aparcar cerca de Blasco Ibáñez en la calle de Artes Graficas que muchos conocerán por encontrarse detrás de Historia y Filosofía. Se me antojaba imposible encontrar algún sitio libre sin tener que recurrir a la zona azul que mas que un espacio era una promesa semejante a la recibida Tierra de Promisión. La zona azul también era patria y monopolio de los gorrillas, azotes de toda libertad
Gabilondo en la Ser
Corría el día once de marzo y la radio sonaba mientras yo intentaba buscar alguna emisora que estuviera poniendo la música más de moda aquel año pues había algunas canciones que me gustaba oír. Súbitamente di a parar con la Ser y la voz de Iñaki Gabilondo sonaba como un látigo mientras relataba los tristes acontecimientos que todos conoceríamos. Hubo un momento en que el periodista para expresar su dolor pidió que rezaran aquellos que eran creyentes.. ”pido a los creyentes que recen una oración y a los no creyentes que recen una oración civil”.
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