Adrian Navalon Archivo/ EPDA Hace unos días un terrorista de extrema derecha intentó asesinar a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner. La pistola por fortuna se encasquilló, sino ahora mismo estaríamos hablando del asesinato de una vicepresidenta y ex-presidenta a manos de la extrema derecha. La derecha, y esto es un fenómeno global que no solo ocurre en España, está abandonando la senda de la democracia y de la paz.
El intento de asesinato terrorista no es fruto de un joven que se ha vuelto loco, no, ni mucho menos, este intento de asesinato responde a la estrategia desarrollada por la derecha y la extrema derecha aquí y al otro lado del Atlántico. Una derecha que miente, que radicaliza, que odia, que corrompe los medios de comunicación y que utiliza a sus jueces corruptos para construir acusaciones por muy inverosímiles que sean. En Podemos sabemos muy bien de que va esto de sufrir causas inventadas para desprestigiarnos.
En esta estrategia la derecha y la ultraderecha se lanzan a la mentira radical y esto se traduce en la verdadera radicalización de sus bases... y esto ocurre, como hemos visto, muy de verdad. Tan de verdad que envían balas al ex-vicepresidente Iglesias, al ministro Marlaska y a la directora de la Guardia Civil, María Giménez y no pasa nada, al contrario, los medios dan voz a aquellos que condenan estos hechos con la boca pequeña porque después, a renglón seguido, van a cuestionar la veracidad de estas amenazas y van a acabar señalando que todo es una gran farsa de la izquierda. Nos amenazan, nos meten el miedo en las carnes y luego nosotros somos culpables.
No hace falta ser vicepresidente o vicepresidenta. La violencia ultra la sufren especialmente en aquellos lugares que no abren telediarios: concejales a los que les queman el coche, les matan los perros, militantes a los que les niegan la posibilidad de trabajar, a los que insultan, señalan... Y a todo esto, los verdugos, amparados por la extrema derecha y por el miedo que son capaces de meter en el cuerpo. No te metas en política o no tendrás trabajo, o amenazaremos a tu familia, a tus bienes, a tu vida...
Una cosa les quiero decir a los terroristas de extrema derecha: no os tenemos miedo, aquí seguimos, cambiando el mundo con cada ley, con cada consejería y en los municipios. Y una cosa le quiero decir a usted que lee esto: el miedo realmente lo tiene más quien infunde miedo al resto que quienes luchamos por cambiar las cosas. Una cosa que deberíamos plantearnos como sociedad, una cosa que se deberían plantear las bases ciudadanas de la derecha, es si quienes infunden temor, quienes corrompen aquello que tocan, si quienes difunden odio, quienes no dudan en usar el terror, son dignos representantes de sus valores y si son dignos de ser elegidos en democracia.
Luchar por el futuro es por su propia naturaleza muestra de irreductible ilusión y esperanza. No nos van a robar la ilusión, no van a conseguir amedrentarnos, al revés, nos dan más razones para seguir contribuyendo para hacer de esta sociedad una sociedad mejor, más justa y que, aunque los poderosos estén haciendo la guerra y difundiendo el odio, se fundamente en la concordia y en la paz entre la ciudadanía y los pueblos.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia