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Una policía valenciana novela un caso real de violencia machista para ayudar a víctimas
El libro se presentará el martes en el Castillo de Alaquàs (Valencia) y próximamente en la Delegación del Gobierno de València
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EFE - 18/11/2019
Portada de la novela de Beatriz Castaño basada en un caso real de violencia machista.
Es
inspectora de policía y, ahora, escritora contra la violencia
machista. Beatriz Castaño ha decidido relatar en una novela un caso
real de maltrato psicológico, económico y sexual sufrido por una
amiga suya, con el fin de ayudar a otras mujeres que puedan estar
viviendo una experiencia similar.
En una entrevista con la
Agencia EFE, la jefa de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer
(UFAM) de Xirivella, Aldaia y Alaquàs (Valencia), con más de 30
años de experiencia en el Cuerpo Nacional de Policía, anima a las
mujeres que sufren violencia machista a denunciar a sus agresores y
asegura que existen muchos medios a su disposición para protegerlas
y para que puedan rehacer su vida.
Reconoce que nunca se había
planteado escribir pero sintió la necesidad de hacerlo después de
que una amiga suya le confesase, un día, que durante doce años
había sido víctima de maltrato psicológico, económico y sexual
por parte de su pareja, a la que nunca llegó a denunciar.
"Me
dejó en shock", asegura Castaño, quien no había sospechado
nunca nada y que tras recibir el consentimiento de la víctima, con
algunas condiciones como mantener su anonimato, se lanzó a escribir
su historia, bajo un nombre ficticio.
"Historia de una
mujer cualquiera: Estrella" (editada por Círculo Rojo) muestra
"el amor incondicional no correspondido, el sufrimiento, el
dolor, la humillación, la vergüenza, el miedo, el silencio, la
soledad. Grandes heridas que, aunque no sangran ni son visibles, no
se cierran jamás".
En este caso, señala, no hay
violencia física, pero en el libro se puede se puede ver cómo un
hombre consigue que una mujer formada, inteligente, independiente y
con una buena situación socioeconómica se agote y apague física y
psicológicamente hasta conseguir anularla.
"Hasta 37
veces dejó a su pareja y las 37 volvió con él", asegura
Castaño, quien destaca "el enganche psicológico y la
manipulación" que ejerce este tipo de maltratadores en sus
víctimas, a las que "engañan y someten", hasta el punto
de que se vuelven "marionetas" a su servicio.
Tras
este libro, que presentará el martes en el Castillo de Alaquàs
(Valencia) y próximamente en la Delegación del Gobierno de
València, Castaño quiere escribir otras tres historias (la segunda
la tiene casi terminada), pues cree que la violencia machista puede
tener cuatro finales distintos.
Uno es el asesinato de la
víctima, otro es que la mujer siga con su agresor, un tercero que
decida abandonarlo y el último, que sea ella la que acabe con la
vida de su agresor, aunque no desvela cuál es el final de su primera
novela para animar a la gente a leerla.
"Igual para ti y
para mí no lo es, pero para ella es feliz". Esto es lo único
que avanza de un final que, según la reseña del libro, es
"inesperado".
"A mí me gustaría que todas las
mujeres maltratadas abandonaran a sus agresores y que hiciesen una
nueva vida", afirma a EFE, y por ello, quiere ayudar a abrir los
ojos a aquellas mujeres que puedan estar sufriendo un episodio
similar al de sus protagonistas, ya que todas sus novelas contarán
historias reales que ha conocido.
Tras pasar por ciudades como
Barcelona, Madrid o Las Palmas, Beatriz Castaño lleva dos años al
frente de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer de los citados
municipios del área metropolitana de València.
Esta Unidad
se encarga de la investigación de todos los delitos relacionados con
la violencia de género, la violencia doméstica, los delitos contra
la integridad e indemnidad sexual y todos aquellos relacionados con
menores de edad.
La inspectora afirma que aunque todo se puede
mejorar, los medios de protección y la atención de la que disponen
las víctimas de violencia de género son muchos y avanzan "a
pasos agigantados", pero es fundamental que la víctima esté
concienciada y quiera dar el paso; al final, advierte, todo depende
de ella.