Lambda-Col·lectiu de lesbianes,
gais, transsexuals i bisexuals ha presentado el informe
“Acoso escolar homofóbico y riesgo de suicidio en adolescentes y jóvenes
lesbianas, gays y bisexuales”, con una extracción específica de datos
referidos a la Comunitat Valenciana. Fruto de esa investigación se puede
concluir que el 18’8% de los jóvenes valencianos que han sufrido acoso
homofóbico ha intentado quitarse la vida. Esto es 1 de cada 5 jóvenes y
adolescentes. El coordinador general de Lambda, José de Lamo, destaca
que “los sentimientos de humillación, incomprensión, aislamiento e
indefensión crean un estado de desesperanza que, lamentablemente, llevan
al 45’6% de los escolares que sufren acoso homofóbico a pensar con
quitarse la vida; una idea que uno de cada 5 de estos jóvenes llega a
poner en práctica”.
La implicación de las familias y del personal de los centros
educativos es clave para evitar estas situaciones de acoso. El 55% de
los jóvenes valencianos que afirman haber sufrido bullying por homofobia
constatan haberlo padecido entre los 12 y los 15 años, y la edad de
inicio de este acoso empieza en a Comunitat Valenciana entre los 9 y los 15
años, en un 77% de las ocasiones. Estos datos se extraen del informe
elaborado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y
Bisexuales –FELGTB- conjuntamente con Cogam. Los datos que presenta
Lambda se basan en los 90 testimonios valencianos recogidos en ese
informe, que provienen de un total 18 localidades, desde pueblos
pequeños hasta ciudades como Valencia o Alicante.
Justo el 50% de los jóvenes valencianos que han sufrido acoso por ser
gays, lesbianas o bisexuales, o porque a sus acosadores les parece que
lo son, afirman que este maltrato se producía o se produce
frecuentemente o a diario. Un bullying homofóbico que se vio prolongado
en un 70% de los casos durante más de un año. En un 41’1% de las
ocasiones, la víctima no recibió nunca ninguna ayuda. Sólo en un 21’1%
de los casos de estos jóvenes valencianos, hubo una intervención por
parte de algún miembro del profesorado; dicho de otro modo: en cuatro de
cada cinco casos, el profesorado no se enteró de los hechos o decidió
no intervenir. Estos datos, para Jose de Lamo, revelan la importancia de
“una formación del profesorado relativa a la diversidad sexual y como
afrontarla a los centros educativos. Una tarea que intentamos hacer
desde Lambda, con nuestro voluntariado, pero que no llega a tantos
lugares como debería. Para ello, haría falta una implicación real y
efectiva de la administración educativa, más interesada en recortes, en
estos momentos, que en potenciar la convivencia en el seno de los
centros escolares, ya sean públicos o privados”.
Un 71’1% de los jóvenes valencianos que ha sufrido acoso homofóbico
no lo ha contado a su padre, a su madre, o a su tutor legal. Y no lo han
hecho en un 48’5% de los casos porque se avergüenzan y tienen miedo al
rechazo. Una condición que los hace doblemente víctimas.
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