Juan Vicente Pérez. //EPDA La Legislatura está finalizando y con ella el tempo político
sigue aumentando de temperatura en un año de extraordinaria actividad
electoral, como no se recordaba. Un calendario electoral que ha marcado la
actualidad política desde las andaluzas de marzo, las municipales y autonómicas
de mayo, las catalanas de este fin de semana y por último las generales de
diciembre. Un escenario complicado para un Gobierno centrado en consolidar una
salida de la crisis que ya empieza a percibirse y que ha llevado a los populares
a la presentación de unos Presupuestos, tachados de electoralistas por toda la
oposición, pero que en realidad suponían un ejercicio de responsabilidad, una
demostración de sensatez que contrasta claramente con la huida del ZPSOE ante
la debacle y el caos en el que nos habían sumido.
La razón por la que los Presupuestos han adelantado su calendario habitual de
elaboración y aprobación no ha sido otra que ofrecer certeza, seguridad y
previsibilidad tanto dentro como fuera de España a los distintos agentes
económicos. El impulso actual de crecimiento de la economía precisa de un
programa económico conocido y estable, que no puede verse en riesgo porque el
calendario normal de aprobación de los mismos coincida con la vorágine del
proceso electoral.
De ahí la importancia de estos Presupuestos, que vienen a
confirmar lo que ya es un hecho reconocido por todos, que la recuperación ha
venido para quedarse, abriendo una etapa de mayor crecimiento y empleo, gracias
a los cuales podremos devolver a los ciudadanos ese esfuerzo que ha resultado
fundamental para salir de la crisis. La buena evolución de la recaudación,
la reducción del gasto en desempleo y de
la carga financiera de la deuda pública va a permitir incrementar el gasto
social, que aumenta un 3,8%, de forma compatible con el cumplimiento del
objetivo de estabilidad presupuestaria. Una mejora de la recaudación que sigue
un ritmo creciente, lo que permitirá seguir trasladando a los contribuyentes
rebajas tributarias adicionales.
Los Presupuestos más sociales, cuya prioridad es seguir
mejorando la Sociedad del Bienestar, y aumentar la renta disponible de las
familias, pilar fundamental de nuestra sociedad que han jugado un papel determinante en esta
crisis. Con una economía creciendo este año en torno al 3.3% y más de un millón
de empleos creados en los dos últimos, aumentan los ingresos (+4.0%
tributarios, +3% no tributarios), disminuye el gasto de prestaciones por
desempleo en un 21,7% (19.821 M€ vs 25.300 en 2015) y la carga de la deuda
(2.000 M€ menos que en 2015).
Estos nuevos recursos se destinan a fortalecer el gasto
social (pensiones, servicios sociales, becas, etc), devolver bienestar a los
ciudadanos (mayor rebaja fiscal, recupera beneficios de los funcionarios …),
aumentar la inversión productiva y reducir el déficit fiscal situándolo por
primera vez desde 2007 por debajo del 3% (2.8%). Toda una proyección económica
que pone en valor en tremendo esfuerzo realizado por todos y que ahora nos
permiten plasmar negro sobre blanco esos objetivos. Hechos, no meras palabras,
que confirman que el Partido Popular cumple. Hemos ganado la batalla a la
crisis, ahora debemos consolidar la recuperación.
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