Unión Progreso y Democracia en la Comunitat
Valenciana afirma que cuatro de los 10 tramos de carretera de mayor coste por
kilómetro de accidentalidad de España se registran en nuestra autonomía.
Concretamente son la Pista de Silla o V-31 en los cinco kilómetros previos al
enlace con la CV-42; la N-332, la variante de Gandia, de principio a fin; la autovía
A-23 entre el enlace de Segorbe y el enlace de Jérica, en Castellón y la N-340
entre Peñíscola, en su enlace CS-500, y el principio de la zona urbana de Vinaroz,
en Castellón.
La formación magenta insiste en recordar, en pleno verano y en vísperas de la
operación de tráfico para el puente del 15 de agosto, que la Comunitat Valenciana,
con un 28,8 por ciento, se encuentra entre las más desfavorecidas, por la inversión
en mantenimiento de carreteras frente al coste de accidentalidad. Cataluña tiene
un 46,2 por ciento y la Comunidad de Madrid, un 51 por ciento. Sólo está por
debajo de nosotros Extremadura.
Para el coordinador territorial de UPyD, Romain Muzzati, los datos del Real
Automóvil Club de Cataluña (RACC) son desoladores y demuestran que la
Administración General de Estado nos ningunea pero también reflejan el escaso
poder que el actual Consell tiene para exigir más y mejores infraestructuras”.
UPyD asegura que el presupuesto de mantenimiento de carreteras del Ministerio
de Fomento se ha reducido en un 38 por ciento desde 2009, hasta situarse este
año en 31.662 euros por cada kilómetro de la red de carreteras estatales, casi la
mitad de los costes sociales que tiene la accidentalidad en esta misma red, que es
de una media de 64.182 euros por kilómetro.
El partido argumenta que si se doblara la inversión en el mantenimiento de las
carreteras se podría reducir hasta en un 20 por ciento los accidentes de tráfico. En
este sentido, Muzzati exige a Fomento y a la Conselleria de Infraestructuras que
“aplique mejoras con poco coste en algunas carreteras, como mejorar su
señalización, ampliar la anchura de los carriles, hacer un carril específico para
giros a la izquierda, poner rotondas o mejorar el asfaltado para reducir la
siniestralidad y, por tanto, los costes sociales”.
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