Ponencia de Jose María Chiquillo Jose Maria Chiquillo, ha reivindicado el legado histórico,
el protagonismo y el papel de Valencia en el Programa UNESCO RUTAS DE LA
SEDA. “Valencia es el faro en el Mediterráneo occidental de la Ruta de la
Seda”.
Ha presentado su Ponencia “Valencia en la Ruta de la Seda”
en el marco del Encuentro internacional de expertos que se celebra en la Ciudad
de Margilan (Re‐ gión de Fergana - República de Uzbekistán) con motivo de la IV
edición del Festival de Textiles Tradicionales “Atlas Bayrami” del 12 al 15 de
septiembre organizado por la Oficina de UNESCO de Uzbekistán en colabo‐ ración
con el Ministerio de Cultura uzbeko, las autori‐ dades locales y regionales y
entidades económicas, turísticas y culturales del Valle de Fergana.
El Presidente Internacional del Programa UNESCO RUTAS DE LA
SEDA y Focal Point de España en el programa ha participado en la mañana de hoy
en el Panel dedicado a “Las Rutas de la Seda como fenómeno de global
interacción cultural entre Oriente y Occidente” , donde han participado
representantes de ciudades de China, Francia, Kazajstán, Kyrgystán, Mongolia,
Rusia y Tajikistán, además de Uzbekistán.
En su intervención ha resaltado el legado histórico de la
seda en Valencia como seña de identidad de los valencianos, siglos de historia
y de tradición sedera. Resaltando tres hechos, durante el siglo VIII: los
árabes llevaron la seda y la sericultura a Al-Andalus y su co‐ nexión con el
territorio valenciano, a Finales del siglo XIV: los comerciantes de Génova
(Italia) introducen la tecnología en la producción y a Finales del siglo XVIII:
casi la mitad de la población trabajaba directa o indirectamente en la
industria de la seda, convirtiendo a Valencia en la Capital Europea de la Seda.
“La producción de seda llegó con los musulmanes y la ciudad
se convirtió en un centro de exportación de seda desde Granada hasta el norte
de Italia en el siglo XIV, un enlace desde la ruta de la seda occidental con el
Mediterráneo oriental: Palestina o el Líbano actual.
Gracias a la conexión entre Valencia y Génova, nuestra
ciudad mejoró su industria de la seda tecnológica‐ mente y su producción, que
se convirtió en la principal actividad de comercio de la ciudad. En 1479, se
fundó el Gremio de Velluters, un nombre que proviene de la palabra italiana
velluto y se refiere a la importancia de la fabricación de terciopelo en
Valencia”.
Resaltó las dos joyas de la Seda en Valencia, la Lonja y el
Colegio del Arte Mayor de la Seda. Entre 1482 y 1548 se construyó la
"Lonja de los Mercaderes" , la Ca‐ sa de los comerciantes de la seda,
conocida como la Bolsa de la Seda, una obra maestra de la arquitectura civil
gótica mediterránea que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
en 1996.
El humanista veneciano Andrea Navagiero, que visitó España
alrededor de 1520, nos dice en su "Viaggio fatto in Spagna" (Vinegia
1563, p.21): "Los terciopelos (...) hechos en Valencia son mejores en
calidad". El crecimiento progresivo del sector se hizo evidente en 1547,
cuando el gobierno regional proclamó que la seda era el «fruto principal del
Reino» («principal fruyt del dit Regne»).
En el siglo XVI, Valencia se convirtió en el principal
proveedor de fibra de seda en España y un siglo más tarde reemplazó a Toledo y
se convirtió en el principal centro de producción de seda. De hecho, en 1686,
el Rey Carlos II otorgó el privilegio al Gremio Velluters. Esto sentó las bases
para su expansión convirtiéndose en el siglo XVIII el período de máximo
esplendor de las manufacturas de seda valencianas, tejidos de todo tipo,
terciopelos, damascos y brocados con motivos de gran naturalismo floral tejidos
con oro y plata. Aunque la fabricación textil sufrió una crisis desde el
comienzo del siglo XIX, de manera similar, esta industria continúa en los días
presentes fabricando especímenes en telares manuales que recuerdan el estilo
antiguo de estos productos. Telas de seda que en la mayoría de los casos están
destinadas a la confección de trajes regionales e indumentaria tradicional que
podemos admirar en las fiestas de la Comunidad Valenciana.
En la ciudad ha sobrevivido el "Barrio de
Velluters" , el barrio de los artesanos del terciopelo, donde se ubica la
segunda joya sedera valenciana, el Colegio del Arte Mayor de la Seda. Este
edificio del siglo XV fue fundado como el centro del gremio y siempre gozó de
gran prestigio, ganándose la confianza de reyes, nobles y ministros y
convirtiéndose en garantía de la calidad intransigente de las Sedas
valencianas.
La fabricación de
seda, aunque en menor medida que en el pasado, todavía existe, gracias a la
indumentaria tradicional utilizada en nuestra fiesta más internacional: Las
Fallas, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial por UNESCO en 2016.
Destacó que “Valencia debe proyectar su potencial turístico
a nivel internacional; poniendo en valor su patrimonio histórico y artístico,
sus fiestas, cultura y tradiciones, con la fiesta de las Fallas como espacio
cultural único, su entorno natural, su posición geoestratégica, como fortalezas
y las mejores tarjetas de presentación de una región emprendedora, próspera y
solidaria".
Valencia hoy lidera la propuesta de posicionar la ruta de la
seda como una red de ciudades, de destinos reconocidos internacionalmente,
donde el turismo, la cultura, el patrimonio histórico, el diálogo y el
desarrollo sostenible son una marca de calidad.
Promover la comprensión intercultural, el respeto y la
tolerancia como pilares del progreso social, económico y cultural de las
personas.
Apostó por la iniciativa ya que se trata de "Un
proyecto estratégico de presente y de futuro, para que Valencia se convierta en
el faro del mediterráneo occidental de la Ruta de la Seda”.
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