El
Partido Popular local de Jérica sigue esclerotizado, sin capacidad de acción ni
reacción. Tan sólo se sabe que están por que se les ve en las procesiones.
Su
lideresa durante tres legislaturas en las que en ninguna de ellas ha conseguido
la alcaldía, ha engañado vilmente a los que la acompañaron en su candidatura.
Prometiéndoles la ínsula que ya le prometiera Don Quijote a su escudero Sancho
Panza.
La
única que ha conseguido el cargo que anhelaba ha sido ella; dejando a sus
compañeros y a los votantes del PP en la estacada. Ni hace oposición ni lo
intenta.
Es de
lamentar que estos hombres y mujeres jóvenes que se presentaron con ilusión
para colaborar en lo que hiciese falta, se vean olvidados y orillados por la
del cargo en Diputación. Hasta puso a un cabeza de turco para que fuese quien
recibiera la afrenta de no ganar la alcaldía. A sabiendas de que se perdería.
Lo único que buscaba esta conseguidora era su condición de concejal para
acceder a una sinecura en la Diputación, y al pueblo que lo zurzan.
Ahora
que mientras siga contando con la simpatía y apoyo incondicional del jerifalte
provincial del partido, este despropósito puede volver a repetirse, porque lo
lamentable del asunto es que siempre hay personas dispuestas a dejarse engañar.
Si no, que se lo digan a algún alcalde del mismo partido que por merecimientos
propios y resultados electorales obtenidos en sus pueblos, resultaban con mayor
derecho acreedores de esa mentada sinecura.
¡VALE MAS
CAER EN GRACIA, QUE SER GRACIOSO-GRACIOSA!
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