La alcaldesa de València, María José Catalá (PP), junto con el portavoz de Vox, Juan Manuel Badenas. EFE/ Juan Carlos Cárdenas
El pleno del Ayuntamiento de València ha aprobado este miércoles, con los votos a favor del equipo de gobierno (PP y Vox) y en contra de PSPV y Compromís, el presupuesto municipal y la plantilla de personal para el ejercicio 2024, que asciende a 1.116,9 millones de euros, un 7,11 % más respecto al año anterior.
Asimismo, se ha aprobado, con el mismo sentido en la votación, las ordenanzas fiscales que administra el régimen impositivo y recaudatorio del consistorio a lo largo de todo el próximo año y que suponen una rebaja de 70 millones de euros que beneficiará a más de 700.000 contribuyentes, según el Ayuntamiento.
Para la primera teniente de alcalde y concejala de Hacienda y Presupuestos, María José Ferrer San Segundo, estas cuentas contemplan “una cifra récord para cumplir con los compromisos con la ciudadanía que, además, conllevan la mayor rebaja fiscal de la historia del Ayuntamiento y que responden a las necesidades de la ciudad”.
En su intervención, Ferrer San Segundo ha agradecido al grupo municipal Compromís “sus críticas constructivas desde la tranquilidad, no como el Partido Socialista”, y ha contestado a las enmiendas presentadas por la oposición a los presupuestos que "no tenían encaje legal, ya estaban contempladas o eran una quimera”.
Por su parte, la portavoz del grupo socialista, Sandra Gómez, ha indicado que es un presupuesto "irresponsable porque incumple la regla de gasto; sectario porque retira las subvenciones a las asociaciones y entidades que trabajan por la sociedad; y vacío porque no contempla ni una sola idea, ni un proyecto ni una inversión nueva".
Desde Compromís, la concejala Eva Coscollà ha manifestado que las cuentas municipales “no dan respuesta a los retos y necesidades de València ni a su ciudadanía" y ha lamentado: "No avanzan en el modelo de ciudad moderna y sostenible que pusimos en marcha”.
A su juicio, son "los presupuestos de un gobierno que no escucha, que no pisa la calle y que vive de espaldas a las necesidades reales de los valencianos y valencianas".
Durante el debate se ha abordado también la modificación definitiva de las ordenanzas fiscales. Así, la concejala de Hacienda ha señalado que con esta rebaja fiscal se “contempla la mayor bajada de impuestos de la historia del Ayuntamiento, que beneficiará al 99 % de la ciudadanía y sólo un 1 %, que paga un IBI diferenciado, es el que se queda fuera de esta reforma”.
En concreto, Ferrer San Segundo ha indicado que alcanzará a 700.000 tributantes, de los que 400.000 son viviendas, familias numerosas y comercios, entre otros, y ha añadido que “el político se define no sólo por el modelo de ciudad que quiere, sino por lo que ejecuta, y en los últimos cinco meses este gobierno ha ejecutado un 40 %, es decir, unos 113 millones de euros, frente al 14,7 % del anterior, que dejó una ciudad paralizada”.
El concejal socialista Borja Sanjuán ha calificado la rebaja de impuestos de “totalmente irresponsable" porque "beneficia a familias con las rentas más altas y viviendas con un valor catastral de 300.000 euros, y se olvida de la población que más necesita de lo público”.
Y desde Compromís, Joan Ribó ha señalado que la bajada de impuestos “solamente beneficia a los que más tienen, deja al margen a los que menos tienen y olvida a los que no tienen nada porque viven de alquiler y ni siquiera son propietarios de una vivienda”.
Además, el exalcalde ha recordado que la rebaja no está en la línea de reducir la contaminación, ya que “prima a los vehículos que más contaminan sobre los eléctricos”.
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