Chelo Poveda. /EPDA Me gusta ir al Mercado Central. Nos gusta y disfrutamos del comercio
de proximidad, de nuestros mercados de abastos, de hablar con la
frutera de la esquina y con el carnicero que te guarda los higaditos
para la paella del domingo. Es algo que no te da Amazon, es
imposible.
¿Porqué entonces muchos se rasgan las vestiduras cuando para salvar
el planeta hablamos de la necesidad de hacer una relocalización
económica? No se trata de dar un portazo a la economía actual
basada en el comercio internacional, si no de dar prioridad a la
autonomía económica para la gestión de los bienes básicos hasta
donde esto sea posible, (territorio y recursos naturales,
alimentación, energía, vivienda, una industria básica, etc.).
Es decir, se trata de comprar menos o incluso dejar de hacerlo en
plataformas multinacionales y bajar a la librería del barrio,
comprar la lavadora en la tiendecita que empezó vendiendo máquinas
de escribir en los años 70 o de acercarse a esa tienda especializada
en productos polacos para probar los pierogis, pero no pedirlos por
internet donde para un solo envío se gastarán los mismos recursos
que para traer todo el mostrador de Paweł.
En València
contamos con una gran cantidad de productos de la agricultura, del
textil, algo de industria y por supuesto comercio que nos permite
tener cierta autonomía y creemos que el camino es ahondar ahí, en
nuestra industria primaria y secundaria para poder ser más justos y
mejores. No es hablar de autocracia, ni mucho menos, es ser eje de
este nuevo concepto de sostenibilidad económica y social.
Para ello, no debemos hablar de lo de aquí y lo de fuera como si una
cosa y la otra fueran excluyentes, sino distinguir entre lo básico y
lo accesorio. Lo básico lo podemos producir y adquirir localmente,
en la cercanía de nuestros barrios y con el afianzamiento de los
comercios del barrio; lo segundo, lo que no tenemos y es importante
pues sí, importarlo porque no se encuentra en nuestro entorno. Si
poco a poco volvemos a las dinámicas de la cercanía en la
producción y el consumo no solo cuidaremos el medio ambiente sino
que estaremos recuperando el tejido social.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia