Pie de fotoLas
ciudades de València, Madrid, Zaragoza, Córdoba, Cádiz, La Coruña,
Santiago de Compostela y Barcelona han firmado en esta última ciudad
una declaración que marca como objetivo que los ayuntamientos
gestionen el 25 % del gasto público para garantizar los principios
de autonomía y suficiencia financiera. Reclaman al nuevo gobierno
del Estado cambios en la ley de Estabilidad Presupuestaria para
eliminar o flexibilizar la aplicación de la regla de gasto y el
destino del superávit. Además, proponen cambios en el impuesto
sobre bienes inmuebles (IBI) para poder bonificar de acuerdo con la
renta y grabar de manera diferenciada las viviendas de uso turístico.
Por último, exigen que se establezca un mecanismo de compensación
por la reducción de la recaudación que comporta la implantación de
normas de rango superior, como pasa con las plusvalías.
Representantes
de las ciudades de València, Madrid, Zaragoza, Córdoba, Cádiz, La
Coruña, Santiago de Compostela y Barcelona se han reunido hoy en el
Ayuntamiento de Barcelona donde han suscrito una Declaración sobre
financiación y fiscalidad local para exigir al nuevo gobierno del
Estado un sistema estable y suficiente de financiación de los
ayuntamientos que permita garantizar derechos sociales básicos.
Con
este encuentro, las ciudades más grandes de todo el Estado reeditan
el frente común que ya se visualizó en las Jornadas Municipalistas
por una Financiación Justa celebradas en febrero del 2017 y que
culminaron con la Declaración de València. En ellas ya se denunció
el actual modelo insostenible que limita la capacidad de acción
municipal y que dificulta que los ayuntamientos puedan garantizar
derechos básicos y servicios públicos esenciales a los municipios.
La
Declaración firmada hoy recoge las principales demandas de los
municipios, a través de cambios normativos y en la gestión actual
de los impuestos, que permiten garantizar un sistema estable y
suficiente de financiación local que garantice la cobertura de las
necesidades de la ciudadanía en el marco de sus competencias. Por el
Ayuntamiento de València, ha asistido el concejal de Hacienda, Ramón
Vilar.
Las
principales ciudades del Estado, en este manifiesto conjunto,
reclaman revisar los efectos de la aplicación de la Ley de
Racionalización y Sostenibilidad Local (LRSAL), que ha supuesto un
grave retroceso en la autonomía local y en la suficiencia financiera
de los municipios, así como «flexibilizar la aplicación de la Ley
de Estabilidad Presupuestaria (LOEPSF) en cuanto a la aplicación de
la regla de gasto y el destino del superávit», tal y como ha
destacado Vilar.
HACIA LA SEGUNDA
DESCENTRALIZACIÓN
Para
poder recuperar la capacidad de gobernar las respectivas Haciendas,
las nueve ciudades proponen una nueva redacción de la Ley 7/1985 de
Bases de Régimen Local que suponga un avance hacia la «segunda
descentralización» con el objetivo de conseguir la gestión del 25
% del gasto público, ya que los ayuntamientos son la administración
más próxima a la ciudadanía.
Para que los
municipios tengan la capacidad de involucrarse en la obtención y
aplicación de sus recursos financieros y puedan organizar libremente
su gasto, los ayuntamientos proponen:
• Por la vía de la
participación en impuestos estatales:
- Establecer un
sistema transparente de participación en los tributos del Estado que
permita una planificación presupuestaria estable y no sujeta a
liquidaciones del sistema que puedan afectar la estabilidad de los
Entes Locales de forma imprevisible.
- Desarrollar de forma
efectiva el sistema de participación en los ingresos de la comunidad
autónoma.
• A través de los
tributos locales:
- Ampliación del
espacio tributario local, con la posible incorporación de nuevas
figuras tributarias y la dotación de un mayor ámbito de autonomía
normativa en el conjunto de los tributos locales, que permita la
incorporación de elementos de progresividad en el sistema tributario
local.
-Mantenimiento del
impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) como figura principal de los
impuestos locales, pero con la introducción de modificaciones en el
sentido de:
Aumentar
la autonomía normativa en relación a la definición de tipos
impositivos diferenciados para usos y categorías de inmuebles; el
replanteamiento del actual sistema de exenciones y bonificaciones; y
el desarrollo de la posibilidad de aplicación de recargos (por
ejemplo por viviendas desocupadas) y bonificaciones basadas en la
renta de los sujetos pasivos.
Revisar
la calificación como uso residencial de las viviendas de uso
turístico, ya que no cumplen con la función residencial y su
objetivo es la realización de beneficios económicos.
Además, también se
reivindica:
- La aplicación de un
sistema dinámico de actualización de valores catastrales.
-
Abordar con carácter urgente la reforma de la Ley 49/2002, de
régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos, adaptándola
al artículo 107 del Tratado de la Unión Europea, de forma que se
permita a los ayuntamientos el cobro de la totalidad de impuestos y
tasas relacionados con actividades lucrativas que actúen en el
mercado y para las cuales no estén exentos los operadores públicos.
- Establecimiento de
un mecanismo de compensación por la reducción de la recaudación
que comporta la implantación de normas de rango superior, como pasa
con las plusvalías.
-
Flexibilizar la aplicación de la LOEPSF y, en particular, eliminar
la aplicación de la regla de gasto y el destino del superávit a
aquellos entes locales que cumplan con los objetivos de estabilidad
presupuestaria y financiera, y deuda pública. Así como flexibilizar
la aplicación de la regla de gasto y el destino del superávit al
resto de Entes Locales. En este sentido, piden establecer el cómputo
del déficit / superávit, y la evaluación de su cumplimiento, por
periodos plurianuales.
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