Valencia y Xàtiva contaron con Escuelas de Lenguas Orientales fundadas por los dominicos en el siglo XIII para preparar a misioneros

La ciudad de Valencia así como la de Xàtiva contaron en la segunda mitad del siglo XIII y principios del XIV con unaEscuela de Lenguas Orientales puesta en marcha en los respectivos conventos fundados por la Orden de Predicadores o dominicos, que este jueves, 8 de agosto, celebra la festividad litúrgica de su fundador, Santo Domingo de Guzmán.

Las Escuelas de Lenguas Orientales, “llamadas en latín ´Studia linguarum`, fueron creadas por las Órdenes Mendicantes, principalmente franciscanos y dominicos, para preparar a los misioneros que se iban a predicar a tierras de árabes y de judíos”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN elhistoriador dominico Alfonso Esponera.

La importancia de estos centros “radica en que responden a una preocupación evangelizadora y aportan la novedad de ser lugares de preparación para los misioneros en la lengua, cultura y tradiciones de los países orientales”, ha subrayado.

Entre otros lugares, los dominicos abrieron escuelas de lenguas orientales “en Valencia, Xàtiva, Mallorca y Murcia y posiblemente en Túnez pero, desgraciadamente, tuvieron una corta vida de unos 50 años y es muy poco lo que nos ha llegado sobre ellos”.

Las escuelas fundadas por la Orden de Predicadores “fueron impulsadas en gran parte por San Raimundo de Peñafort durante los años que estuvo al frente de toda la Orden”.

En estos centros los misioneros “aprendían árabe y hebreo, y la cultura, sobre todo filosófica, de los países orientales a los que iban a predicar”. Además, recibían “una preparación teológica específica, utilizando manuales como, por ejemplo, el ´Pugio Fidei`, del dominico catalán Raimundo Martí, y posiblemente la ´Suma contra gentiles` de Santo Tomás de Aquino”.

Festividad del fundador de los dominicos

Este jueves se celebra la festividad litúrgica del fundador de la Orden de los Predicadores, Santo Domingo de Guzmán, aunque en España los dominicos organizan la celebración principal desde hace años fuera del verano, para facilitar la asistencia, y la hacen coincidir conla Fiesta de la Traslación de Santo Domingo de Guzmán, el 24 de mayo, “que conmemora el cambio de sepulcro del cuerpo del santo desde donde fue sepultado, en las afueras de Bolonia, hasta un nuevo féretro en la Iglesia de San Nicolás, dentro de la misma ciudad”, según han indicado fuentes de la orden.El 24 de mayo de 1233, era lunes de Pentecostés, se abrió el sepulcro y “según cuenta la tradición salió olor a perfume”, han añadido.

Santo Domingo nació en Caleruega (Burgos) en 1170 y murió en la ciudad italiana de Bolonia en 1221 y que fue canonizado el 3 de julio de 1234 por Gregorio IX.

El santo dominico decidió en 1219 fundar conventos en la corona de Aragón y encargó esta misión al beato Miguel de Fabra, “que mantuvo relación con el rey Jaime I, que lo nombró su predicador y confesor”, ha comentado Esponera.

En el convento dominico que se fundó en Valencia en 1239, antigua Capitanía General, el beato Miguel de Fabra formó una comunidad de frailes predicadores dedicada sobre todo a la evangelización.