La concejala de Participación Ciudadana de València, Elisa Valía, tiene
la "ambición" de codiseñar con la sociedad las políticas de
participación, con objetivos conjuntos y escuchando todas las opiniones,
para lograr una "fórmula ganadora" sostenible en el tiempo y que
fomente la cultura de participación.
Así lo expresa Elisa Valía
(València, 1983) en una entrevista con EFE, en la que asegura que tras
un proceso de reflexión se va a "impulsar" la aprobación definitiva el
primer semestre del año del nuevo reglamento de participación ciudadana,
y defiende los presupuestos participativos como "una herramienta para
priorizar".
Reconoce la responsabilidad del Ayuntamiento en "el
fomento de la participación ciudadana" y asegura que "probablemente los
canales y mecanismos no están en un punto de madurez suficiente para ser
útiles", a la par que califica de "activo fundamental" la aportación de
la ciudadanía.
Por ello, cree que "hay que trabajar" en esos
mecanismos y ve "fundamental una política de codiseño de la
participación ciudadana con la propia sociedad civil".
"Me he
encontrado un tejido social con mucha capacidad de trabajo y mucho
compromiso con la ciudad, pero frágil. Mi ambición es trabajar con ellos
de una forma más intensa y conjunta y definir todos los instrumentos de
participación conjuntamente con quien tiene más capacidad de
movilización en el tejido social", apunta.
En este contexto,
apuesta por impulsar para los presupuestos participativos "un modelo de
inversiones de proximidad con un trabajo previo en las Juntas
municipales de distrito pero también abierto a ciudadanos individuales
que tengan ideas".
"El camino hay que diseñarlo conjuntamente
para que sea efectivo, tengamos en cuenta todas las opiniones y sea
sostenible en el tiempo para que contribuya de verdad a un
fortalecimiento del tejido social y al fomento de la cultura de la
participación", añade.
La edil socialista valora que en la pasada
legislatura se asentaron las bases de las políticas de participación y
este mandato será "clave para consolidar algunas" e "instaurar una forma
de trabajar que perdure en el tiempo y sea una fórmula ganadora tanto
para el Ayuntamiento como para el tejido social".
Recuerda que
había una versión del reglamento de Participación Ciudadana sin aprobar y
que, antes de darle un impulso, debía reflexionar si "era el más
adecuado y consensuar y verificar que se adecuaba a las necesidades de
la ciudad e introducir algunos cambios, como su facilidad de lectura".
Ahora,
indica, está en la "fase final" para su trámite administrativo, antes
del periodo de alegaciones y su aprobación definitiva este primer
semestre de 2020.
A su juicio, hay que entender los presupuestos
participativos como "un vehículo de la ciudadanía para transmitir cuáles
son sus prioridades y proponer cosas que puede que el Ayuntamiento no
haya pensado".
Admite que la última edición de los presupuestos
participativos en que el Ayuntamiento ha propuesto ha sido
"excepcional", con las juntas de distrito y las meses de trabajo sin
constituir pero afirma: "Ni es mi modelo ni se va a repetir".
Según
Valía están a punto de presentar las conclusiones de los criterios
ciudadanos del proceso participativo para peatonalizar la plaza del
Ayuntamiento y entre otros aspectos, destaca la "sensibilidad" por poner
en valor las fachadas de algunos de los edificios y hacer "espacios
para actividades de menos envergadura".
Valora que hayan
conseguido dar una dimensión de proyecto de ciudad a esa iniciativa como
demuestra el que más del 70 % de la gente que ha votado son de otros
barrios de la ciudad, y asegura que "va en la línea del tipo de ciudad"
por la que apuestan.
La también concejala de Transparencia y
Gobierno Abierto aboga por trabajar en una "relación bilateral en la que
el ayuntamiento aporta información pero también la recibe", y reconoce
el reto de formar a la sociedad en estos conceptos de transparencia y
gobierno abierto.
Habla incluso de formación en el propio
personal del ayuntamiento para que conozcan "lo que implica ser una
administración abierta" y que, a su juicio, "requiere un cambio de
mentalidad y de procesos que, si bien es verdad que no se pueden
acometer de una sola vez, sí hay que hacerlo en el ayuntamiento".
"Tenemos
que mejorar la transparencia del Ayuntamiento porque es verdad que está
toda la información que legalmente se nos exige, pero hay que ordenarla
de manera distinta para que se encuentre y sea comprensible", concluye.
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