Basura acumulada fuera de los contenedores. EPDA “Tenemos miedo de hasta
bajar a la plaza. Los camellos nos insultan y nos amenazan”. “Los
okupas nos dicen que nos van a cortar el cuello y las piernas si
avisamos a la policía. Se enganchan a la luz, al agua y no pagan la
comunidad. Se han convertido en los amos de la escalera”. Estos son
algunos de los testimonios de varios vecinos de Baladre, un barrio
de Port de Sagunt que se ha convertido en una ciudad sin ley.
“Venden droga a las 3 y 4 de
la mañana en las plazas. Dejan el coche en marcha y la música a
todo volumen, y si les llamas la atención te insultan y amenazan”,
afirma otra vecina en la última asamblea convocada por la Asociación
de Vecinos de Baladre ante la terrible situación que están
atravesando los residentes de este barrio del Port. “Nos sentimos
abandonados y no aguantamos más, hay que salir a la calle”,
exclamaba otro vecino.
Y eso es precisamente lo que
van a hacer. La Asociación de Vecinos de Baladre ya ha iniciado los
trámites para convocar a través de los medio legales una
manifestación por las calles del barrio bajo el lema “Queremos un
barrio limpio. Fuera drogas. No delincuentes”. La fecha todavía
está por determinar, pero en cualquier caso el objetivo es
reivindicar la atención del Ayuntamiento de Sagunt y de la
Conselleria de Vivienda, ya que se trata de un barrio de acción
preferente, con el fin de que erradiquen la presencia de camellos,
delincuentes y okupas en el barrio. “Estamos a favor de que ayuden
a familias con hijos que no tienen recursos, pero lo que no
compartimos es que se facilite vivienda a delincuentes”, detalla el
presidente de la AA. VV. de Baladre, Francisco García.
plantaciones
La situación del barrio es
indignante e insostenible. Según narraron los vecinos en la última
asamblea y hasta el propio presidente, el incivismo y la falta de
policía han convertido a esta zona de Port de Sagunt en un barrio
tercermundista. “La gente tira la basura desde los balcones o
directamente la deja en los patios y tenemos ratas que parecen
conejos de lo grandes que son”, afirma Francisco García. Los hay
que también arrojan los enseres, colchones y sofás viejos en las
plazas y solares contiguos al barrio, lo que supone la creación de
focos de insalubridad.
Otro problema es la ocupación
de los pisos vacíos de bancos y de la Conselleria por parte de los
camellos, que “los utilizan para plantaciones de marihuana y la
venta de drogas”, destaca uno de los vecinos. En este sentido, el
presidente ha hecho un llamamiento para que los vecinos “denuncien
ante la asociación los casos de pisos okupados, si tienen miedo de
hacerlo por su cuenta. La asociación se encargará de denunciarlo
ante la policía”, ha matizado García quien ha comunicado que
desde la asociación van a solicitar a los bancos que tapien las
casas para evitar que entren los okupas.
Además, los residentes de
Baladre lamentan la falta de seguridad y vigilancia y reivindican la
puesta en marcha de la policía de barrio que prometió hace ocho
meses el Ayuntamiento de Sagunt. “O ponemos medios o al final la
gente buena se irá del barrio”.
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