Los radares de velocidad y las cámaras de vigilancia quitan el sueño a los respresentantes
municipales de Horta Sud. El primer edil de Catarroja, Jesús Monzó, mantuvo una reunión con los alcaldes de las localidades afectadas por las cámaras de videovigilancia en semáforos, Massanassa, Beniparrell, Sedaví y Picanya, para pedir de forma conjunta
un informe jurídico y técnico para conocer con detalle las condiciones del contrato con
la empresa concesionaria de los aparatos. Esta información, que se solicita al presidente de la Mancomunidad, Carlos Fernández Bielsa, servirá para valorar la posibilidad de revocar
o modificar el contrato para solucionar el problema por las sanciones de tráfico entre los
vecinos.
Cabe destacar que los vecinos de Catarroja están en pie de guerra contra estas cámaras y han iniciado una campaña de recogida de firmas donde aseguran que “las cámaras tienen una función exclusivamente recaudatoria”. Hablan los vecinos también de que los semáforos
se mantienen “muy poco tiempo en ámbar” por lo que “es fácil saltarse el semáforo
sin querer hacerlo”. Por ello el Ayuntamiento de Catarroja ha alargado el tiempo de exposición en ámbar de los semáforos de 3 a 4 segundos. Las multas por esta infracción conllevan la retirada de 4 puntos y 200 euros de multa de los cuales el 70% son para el Ayuntamiento.
El caso de las cámaras de control instaladas en Picanya es diferente. Se trata de una curva de la calle Senyera, en la que los peatones corrían peligro ya que la gran densidad de tráfico hacía que no se respetara el semáforo allí instalado. Estas cámaras se instalaron, al igual
que las de Catarroja, en junio de este año. Pero el Ayuntamiento quedó sorprendido porque
“el número de infracciones detectadas ha sido muy superior al esperado”. Fueron
1.000 multas el primer mes de su puesta en marcha. La buena noticia, según el Consistorio de Picanya, es que “esta cifra se ha reducido considerablemente. En la actualidad son 200 las
infracciones registradas”. No obstante el Ayuntamiento entiende que “aunque la situación ha mejorado las cifras son excesivas y es necesario una actuación de mejora del cruce”. Así, se
realizarán distintas acciones sobre este conflictivo punto.
La Corporación de Picanya ha decidido, además, que lo recaudado con las sanciones abonadas hasta ahora se destinará “a la realización de estas obras de mejora en el cruce así como de otras relativas a la seguridad vial de nuestro pueblo".
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