En un momento en el que se pretende retrasar a los 67 años la edad de jubilación, asistimos en el mundo del periodismo en España a un retiro forzoso de decenas, quizás cientos, de profesionales de todos los ámbitos de la comunicación, de maestros del periodismo que llevan toda una vida dedicándose a esta ingrata profesión y, por tanto, conocen y explican mejor que nadie los avatares del día a día. Sin embargo, la crisis, entre otras cuestiones, obliga a las empresas a reducir costes y han comenzado por los empleados con mayor trayectoria y, por tanto, mayor nómina.
Uno de estos ejemplos, en Valencia, lo personifica Vicente Furió, quien después de 35 años ejerciendo el periodismo, salía por la ''puerta de atrás'' de una de las cabeceras más antiguas de España, el periódico Las Provincias, al estar incluido dentro del primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en sus 140 años de historia. Casi dos años después de aquella traumática despedida, Furió presentó recientemente en el Palau de la Música de Valencia su primer libro, 'Sin mordaza. La historia personal de un periodista de provincias', donde repasa su trayectoria profesional y realiza su particular ajuste de cuentas.
La obra, financiada por el periodista y editada por Brosquils Ediciones, cuenta con 33 capítulos, tantos como años ha estado en Las Provincias y dedicados a un tema diferente, y 130 fotografías en las que el autor aparece en algunos de los acontecimientos históricos que ha vivido como profesional. Su adiós al periódico decano valenciano, la salida abrupta de María Consuelo Reyna, sus desencuentros con Paco Roig y su encuentro con el cardenal Tarancón son algunos de los pasajes más interesantes.
Medio millar de personasToda una vida dedicada al periodismo, principalmente al deportivo, da para muchas anécdotas, narradas en primera persona por el autor en el libro que presentó el 10 de diciembre en el Palau de la Música y que contó con la presencia de medio millar de personas, lo que obligó a la presidenta del ente cultural, Mayrén Beneyto, a ceder la sala Maestro Rodrigo.
El libro, según Furió, ''no va contra nadie. Cuento mis vivencias y sensaciones durante mi ejercicio profesional y aparecen 700 nombres propios, así como los de las personas que me han hecho daño''. En este sentido, tiene palabras amargas hacia el que fuera el penúltimo director de Las Provincias, el profesor Pedro Ortiz, a quien acusa de ''maltrato profesional y personal''. Pero tampoco se libran otros históricos del periódico, como Francisco Pérez Puche, el director que sustituyó a María Consuelo Reyna cuando sus hermanos ''la tiraron días antes de que falleciera su padre''.
María Consuelo Reyna fue el 'alma máter' del periódico, maestra de maestros, generadora de opinión, inteligente, trabajadora leal y defensora de sus empleados, buena persona y mejor jefa. Su salida supuso un trauma en el periódico y, por ello, Furió le dedica un apartado especial. ''Cuento en el libro cuando a María Consuelo le están segando la hierba. Faltaban unos días para que se muriera su padre y pidió a sus hermanos que no la cesaran hasta después y se negaron''. Su destitución fue vivida ''con bastante dolor, porque se convirtió en una caza de brujas. Fueron exterminando poco a poco a todos los que habían trabajado codo con codo con ella. Yo fui uno de los que resistió. Cuando entró Pedro Ortiz, me cambiaron de sección a mitad de temporada, todo un castigo. Siempre fui consciente de que estaba en el punto de mira por defender públicamente a Consuelo, aunque eso no era estar en contra de la empresa''.
El príncipe autonómico ZaplanaFurió tampoco pasa por alto que fue Las Provincias el medio que convirtió en ''príncipe autonómico'' a Eduardo Zaplana. El entonces marido de María Consuelo Reyna, Jesús Sánchez Carrascosa, primero asesor de Vicente González Lizondo, y después de Zaplana, influyó para que el periódico abandonara a la Unión Valenciana de Lizondo y apoyara absolutamente al PP de Zaplana. Por ello, la traición a María Consuelo Reyna de su propia familia fue más dolorosa, si cabe, porque ''dudo que José Reyna y Guillermo Zarranz se la cargaran sin el beneplácito'' del molt honorable.
En aquel momento, recuerda, fue nombrado Pérez Puche director en sustitución de María Consuelo Reyna. ''Actuó de forma desleal con la directora y tres redactores jefe'', señala, para añadir: ''presenté mi dimisión y no me fue aceptada. Pero sí te digo que jamás volverá a presentar una dimisión'', comenta entre bromas.
Su travesía por Las Provincias le lleva en 2004 a dirigir el relanzamiento de las ediciones comarcales, que le hizo recorrer 150.000 kilómetros por la Comunitat Valenciana. ''Hablo con todo el mundo y aprendo muchísimo. Fue una experiencia que me enriqueció. Pero me doy cuenta de que si estoy tres días sin aparecer por el periódico, no les importa un pepino'', relata. Aquel relanzamiento supuso la ampliación del número de páginas de las ediciones comarcales, hasta que la empresa decidió echar el cierre de la mayoría, hace dos años.
Desencuentros con Paco RoigOtro de los episodios más duros fue su encontronazo con Paco Roig, a quien ayudó a alcanzar la presidencia del Valencia. ''Después la relación fue un auténtico tormento, pues yo nunca me he dejado manejar. Con el paso del tiempo sí descubrí que en mi salida de la sección de deportes tuvo mucho que ver la sintonía entre Roig y el entonces director, Pedro Ortiz. Yo tenía información privilegiada al margen que Ortiz y él no me podía manejar para que hubiese un acercamiento con Paco Roig''.
Pero el libro no está escrito desde el rencor -''sólo me he desnudado públicamente y hablo de la gente a la que quiero y con quienes he tenido desencuentros''-. Y abundan las anécdotas profesionales que el autor recuerda con cariño, como la primera entrevista que publicó un medio en España a Romario, realizada en Holanda antes de que fichara por el Barça; su presencia en la presa de Tous cuando se derrumbó, el único periodista junto a Gaspar Roseti; su 'paseo' por las calles de Valencia el 23-F, cuando los tanques invadieron el 'cap i casal', junto a Emilia Bolinches, disfrazados de novios y detenidos en dos ocasiones; la entrevista a Penev, quien habló por primera vez de su enfermedad; su encuentro con el Papa Juan Pablo II en Roma; y así un sinfín de recuerdos que no se pueden desvelar para que el lector se acerque a cualquier librería importante de Valencia y pueda adquirir un ejemplar de 'Sin Mordaza'.
Vicente Furió, quien ahora colabora en Súper Deporte escribiendo una columna semanal, así como en el suplemento de golf, su gran pasión, cree que el futuro del periodismo, tanto el escrito como el digital, pasa por ''volver a la esencia y contar aquellas cosas que suceden y que el poder establecido no quiere que se diga. Las empresas actuales están en manos de 'yuppies' de la economía y el marketing, que dirigen igual una empresa de frutas que un periódico. Están demasiado inclinadas a los favores políticos y la independencia y la libetad de expresión están en entredicho. Ahora marcan la agenda los gabinetes de comunicación y se ha pervertido su esencia; ya no están al servicio del periodista, sino que éste está al servicio de los gabinetes de prensa''.
CURRICULUM VITAEVicente Furió Garcerá nace en Valencia, en 1952. Siempre que
dispone de la oportunidad de hacerlo recuerda que su nacimiento se produce en
la vivienda de sus padres de la Plaza de la Virgen, al lado de la Basílica y a
la sombra del Miguelete.
Se forma en el colegio de las monjas de la Sagrada Familia,
en el colegio de los Jesuitas de Valencia y en la Universidad Complutense de de
Madrid, donde estudia periodismo. Sin Mordaza es su primer libro. Sin embargo,
de forma conjunta participa en la elaboración de 23F 25 anys después (2006);
Alzira: 25 años de la pantanada de Tous (2007). La Guía del golf valenciano,
una publicación editada por la Consellería de Turismo de la Generalitat Valenciana
en 2009, es un trabajo que le llena de satisfacción.
Vicente Furió Garcerá, en el ejercicio de su trabajo, ha
cubierto, entre otros, acontecimientos del interés y la repercusión del Mundial
82 de fútbol en España; la Copa del América de Vela en 1995, en San Diego
(Estados Unidos); visita del Papa Juan Pablo II a Valencia, en 1982; la
Olimpiada de Barcelona, en 1992; la Eurocopa de fútbol de Inglaterra, en 1996;
la Ryder Cup de golf, en 1993 (Birmingham) y en 1997 (San Fernando, Cádiz,
España); la final de la Copa del Rey de fútbol, en 1979, 1983, 1990, 1993,
1995, 1999 y 2000; la final de la Liga de Campeones, en 2000 y 2001; la final
de la Copa de la UEFA, en 2004; la final de la Copa IHF de balonmano, en Linz
(Austria), y la final de la Copa del Rey, en Pamplona.
Al margen del deporte, en 1975, en Madrid, vive con
intensidad los últimos días de vida del Jefe de Estado, el General Franco y el
acceso del Rey Juan Carlos I. En la noche en la que fallece Franco, se
encuentra junto al periodista José Luis Benlloch en las mismas puertas del
Hospital La Paz de Madrid donde está ingresado. Años más tarde, es el
periodista que firma la noticia de la legalización del Partido Comunista de
España en el diario Levante. Entre los años 1978 y 1981 realiza información
política, en concreto, municipal. De este modo, sigue las incidencias de la
toma de posesión del primer alcalde democrático de la ciudad de Valencia,
Fernando Martínez Castellano, tras la desaparición de Francisco Franco. Los
insultos y la agresión que sufre el alcalde Ricard Pérez Casado en la vía
pública, coincidiendo con el 9 de octubre de 1979, es otro acontecimiento que
forma parte de su vida profesional.
Trabaja para los diarios Levante (dos etapas); Nueva
Andalucía-Correo de Andalucía, Diario de Valencia, Las Provincias y en la
actualidad colabora con Superdeporte. Es corresponsal del diario AS entre 1984
y 1989. En régimen de colaboración presta sus servicios en la Hoja del Lunes de
Valencia, Diario16, Valencia-Fruits, Don Balón, La Voz de Levante, SER, Antena
3 radio, TVE, Radio Popular, Onda cero, 97.7 Radio, Hello Valencia y Punto Radio.
En la radio, es el creador de dos programas pioneros e
innovadores en su momento, como lo son “Tiempo de Baloncesto” en 1985 y “La
Trastienda” en 1989. Ambos nacen en Radio Popular de Valencia.
El 1 de febrero de 1987 ingresa en la redacción de Las
Provincias en Valencia. En 1990 es nombrado jefe de sección y en 1992, redactor
jefe. En febrero de 2006, el director general de Las Provincias, Jesús Sérvulo
González, lo designa miembro del comité de dirección. En junio de 2009 causa
baja al ser incluido en el primer ERE (Expediente de Regulación de Empleo)
realizado por Las Provincias en sus 140 años de existencia.
Los directores que pasan por su vida y a los que valora por
su profesionalidad y calidad humana son María Consuelo Reyna, José Molina
Plata, José Barberá Armelles, Enrique Martínez Ballester, Ignacio Witz, J. J.
Pérez Benlloch, Jesús Montesinos, Jesús Prado, Ferrán Belda, Eduardo Alcalde y
Joan Carles Martí. Los periodistas Miguel Domínguez, José María García, Ricardo
Ros y Manuel Miralles, entre otros, son su punto de referencia en el desarrollo
de la información.