El municipio alicantino de Villajoyosa ha recuperado un tramo de la calzada romana que conectaba esta ciudad con Alicante, gracias al trabajo técnico y de investigación de los expertos de Vilamuseu.
Se trata del hallazgo y puesta en valor de 8,5 metros de la vía romana que hoy se puede contemplar en su estado original y que enlazaba hace 2.000 años las antiguas ciudades de Allon y Lucentum (las actuales Villajoyosa y Alicante, respectivamente), según un comunicado del consistorio.
El edil de Patrimonio Histórico, Xente Sebastià, ha destacado el "inmenso valor que tiene el conjunto arqueológico", que, a su juicio, "viene a reforzar el catálogo de patrimonio histórico que atesora" Villajoyosa y que la convierte en la "capital arqueológica del mediterráneo peninsular del sur".
"En pocos lugares se puede contemplar y disfrutar de la calzada romana en su estado original. Estamos ante la mejor conservada de las tres calzadas imperiales de la que hemos encontrado en nuestro término municipal", ha afirmado Sebastià.
El hallazgo en 2017 de las piezas que conforman la calzada fue fortuito, durante las catas en su solar donde se previa la construcción de viviendas, y en las últimas semanas se ha restituido piedra a piedra para poder disfrutar de esta construcción romana.
En total se ha logrado reconstruir un tramo de la calzada romana de 8,5 metros de longitud, situada en la posición y orientación exacta originales.
El edil de Patrimonio ha explicado que, cuando se termine la construcción del edificio de viviendas donde se produjo el hallazgo, se completará la musealización mediante paneles interpretativos accesibles para los usuarios de sillas de ruedas y las personas sordas, con discapacidad visual o cognitiva.
También se realizará un gran mural de grafiti en el muro del edificio en construcción al que se adosan los restos, que mostrará el paisaje de fondo de la calzada en época romana imperial.
Según los expertos de Vilamuseu, la calzada restituida se construyó en el siglo I d.C., es decir, en el Alto Imperio romano, momento de esplendor de Allon, la ciudad romana de Villajoyosa.
Las investigaciones históricas y arqueológicas han confirmado que fue a finales de ese siglo cuando se remodelaron todos los caminos de entrada a la ciudad de Allon.
Este impulso urbanístico vino derivado de la concesión de la categoría de municipium entre los años 73 y 74 d.C. por parte del emperador Vespasiano a la ciudad de Allon.
Los restos restituidos muestran cómo se construyó la calzada hace 2.000 años de forma muy similar a las carreteras actuales, con un muro de cimentación lateral de piedras trabadas con barro para reforzar la parte más sensible a las escorrentías derivadas de las lluvias.
Después se pavimentó el eje viario mediante un primer nivel de tierra apisonada y sobre él un segundo nivel de cantos (rudus), que también se compactó para soportar el tránsito de personas y carros.
La anchura del eje viario es de catorce pies romanos, que son 4,20 metros, espacio suficiente para el tránsito de dos carros en paralelo.