Villar del Arzobispo camina contra la planta de gas metano

Más de 300 personas han recorrido este domingo, 14 de abril, los escasos 1.800 metros existentes desde la Plaza del Ayuntamiento de Villar del Arzobispo hasta la parcela para la que se ha solicitado el permiso de construcción de una planta de biogás, en una marcha organizada por la plataforma ciudadana 'Pueblo vivo'. Allí, los vecinos y vecinas han realizado un almuerzo campestre y se ha leído un manifiesto en contra de este proyecto, que tanto incomoda a la población de esta localidad de la Serranía.

En el manifiesto, la plataforma ha denunciado públicamente la postura de la empresa Bioenergía Serranía S.L., cuyos accionistas son ocho personas, casi todas de la localidad vecina de Tuéjar y fundamentalmente dedicadas a la ganadería, "por lo que en ningún caso pueden alegar desconocimiento de lo que pretenden hacer", añaden.

Igualmente, se ha informado a las personas asistentes sobre la memoria presentada en el proyecto de instalación de la planta de biogás, donde se afirma que “no son reseñables” ni las familias que viven en las casi 100 viviendas de los alrededores, ni las personas con diversidad funcional de la Residencia La Suertes o el Centro Ocupacional Los Serranos, ni los de la Residencia de Menores 'Luis Amigó', ni la gente que pasea o hace deporte por la Hoya.

En el manifiesto, tras señalizar los bancales afectados, se denuncian "las ansias de hacer caja de las empresas promotoras y la voracidad mostrada en ocupar terrenos de cultivo que sustenta la economía del Villar". Desde la Partida de Palos de Hierro de este pueblo de la Serranía, se ha solicitado a la administración pública valenciana que se interese por lo las demandas ciudadanas, para evitar que Villar del Arzobispo, Alcublas y Andilla sean consideradas “zona de sacrificio”, y que ampare estas reivindicaciones y atienda los informes desfavorables emitidos y reconsidere la ubicación de este proyecto.

Con esta marcha reivindicativa, los vecinos y vecinas del municipio han mostrado que se trata de “un pueblo vivo” que lucha por mantener su dignidad dentro del mundo rural, "por el derecho a una vida limpia, sana, plena y en consonancia con sus tradiciones, cultura y economía", concluyen desde la plataforma ciudadana.