Vueltas, vueltas y más vueltas

Hay muchas cosas que se pueden perder en esta vida. Uno puede perder la cartera, las llaves, un amigo o el apetito. También puede perder las ganas, el juicio o su anillo de compromiso. Pero, si hay algo que uno puede perder con facilidad en Paterna son los nervios al intentar aparcar su coche en la calle.

¿Imaginan llevar un patinete en el maletero del coche para acercarse a casa después de aparcar? Esta es la idea que compartió en redes sociales un vecino de Paterna. Una idea original, entre la resignación y el chiste, que refleja una realidad que nadie puede negar: aparcar en Paterna es un sudoku. Y de los difíciles.

Los datos nos dicen que, desde 2020, en España hay un millón de coches más. La responsabilidad nos dice que las ciudades deben ofrecer alternativas sostenibles para moverse por ellas. El sentido común nos obliga a establecer un equilibrio entre estas dos realidades.

Pongámonos en situación. Paterna tiene, desde hace un año, un parking con más de 400 plazas. Basta con darse un paseo de unos quince minutos para comprobar que, mientras ese parking está prácticamente vacío, las aceras del barrio más cercano están invadidas por coches aparcados sobre ellas. La razón es evidente. El parking está a las afueras del barrio y nadie quiere dejar su vehículo lejos de casa. ¿Solución? Ya saben, el patinete.

Y es que no es ese barrio, son todos. El problema del aparcamiento en Paterna forma parte de la conversación pública a diario, ya sea en la barra del bar tomando un café o en grupos de vecinos en Facebook. Se preguntan por qué hay ciudades que sí apuestan por abordar el problema con soluciones efectivas y a ellos se les pide que se conformen con los parches.

En efecto. Hay muchas cosas que se pueden perder en esta vida, como decía. Y otra de ellas es el tiempo. Un tiempo que es valioso y que no nos sobra. Un tiempo que necesitamos para estar con nuestra familia, tomar algo con los amigos o, qué sé yo, echarnos en el sofá a leer la próxima carta del presidente. 

Sí. La vida da muchas vueltas, pero que esas vueltas no sean con el coche buscando dónde aparcar.