Xavi Castillo y su "Veriueu-ho show" ponen patas arriba el teatro del Centro Cultural de Mislata

Actuación de Xavi Castillo en el Centro Cultural de Mislata. Foto: EPDA.

El actor alcoyano Xavi Castillo y su compañía Pot de Plom pusieron ayer patas arriba el teatro del Centro Cultural con su afamado espectáculo "Veriueu-ho show". Con todas las localidades vendidas y un público entregado desde el mismo instante en que salió al escenario, Xavi Castillo resumió en dos horas de actuación lo que él mismo llama "teatro de investigación".

Y lo hizo acompañado de una banda de música, los A-Phonics, que contribuyeron a dar más intensidad, más fuerza y una mayor vistosidad al espectáculo. Sin embargo, el poder de atracción de este espectáculo lo concentra todo el solito, derrochando energía a raudales, como único protagonista de unos esqueches que no dejan títere con cabeza.

El Capitán Moro d'Alcoi fue el primer personaje en salir al escenario para presentar al propio Xavi Castillo y preparar al público de cara a lo que tenían por delante. Después, con un escueto perchero para cambiar de vestuario en función de los personajes del "Veriueu-ho", Xavi Castillo fue repasando diferentes asuntos de la actualidad con su particular toque satírico y socarrón.

Las agresiones sufridas por los alumnos del Lluis Vives a manos de la Policía Nacional, la cacería del Rey en Botsuana, el juicio de los trajes de Francisco Camps, la relación entre Rita Barberá y el arquitecto Santiago Calatrava, la visita del Papa a Valencia o el Aeropuerto sin aviones de Castellón fueron algunos de los temas parodiados por Castillo.

Durante todo el espectáculo, Xavi Castillo no dejó de recordar que “hacía casi 15 años que no actuaba en Mislata”, coincidiendo con la etapa de gobierno del Partido Popular. Y a pesar de haber pasado tanto tiempo, el show de Xavi Castillo logró una conexión total entre el actor y el público desde el minuto uno, un feeling que el actor se encargó de alimentar con repetidas bajadas al patio de butacas. Al final, el público se llevó del teatro una sonrisa dibujada en la cara y despidió al artista con una calurosa ovación.