Gómez, Fernández y Tarazona, en la presentación. EPDA
El Centro Cultural Mario Monreal
acogió ayer por la tarde la presentación del libro Les quatre vides de l’oncle Antoine, de Xavier Aliaga. Se trata de
un acto organizado por la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Sagunto al
que asistieron el alcalde de Sagunto, Quico Fernández, el escritor Antoni
Gómez, el delegado de Cultura, José Manuel Tarazona, además del autor.
Les quatre vides de l’oncle Antoine recogen la vida del tío
Antoine, un personaje fascinante que se presenta en una obra de autoficción.
Antoine era un hermano de su padre que tras la guerra militó con el Partido
Comunista. A raíz de esto, tuvo que huir a Francia, bajo la amenaza de ser
denunciado por un cuñado, estando casado y con dos hijas. En el país vecino se
alistó en la Legión Extranjera, participó en acciones en Argelia y puede que en
Indochina. También tuvo una nueva pareja y cuatro hijos y murió a los 38 años.
Es importante destacar que el
periodista y escritor Xavier Aliaga consiguió con esta novela el XXVII Premio
‘Ciutat de Tarragona de novel·la Pin i Soler’.
El alcalde aseguró sentirse muy
afortunado de poder presentar la novela y, en primer lugar, la recomendó a
todos los asistentes: “si no la habéis
leído tenéis que hacerlo, ya que es un libro donde se encuentra la verdad, y, como
el mismo autor dice al principio, a los que nos gusta la literatura y las
historias siempre encontramos un material donde escribir que forma parte de la
misma realidad. En cada una de nuestras familias seguro que encontramos
personajes, argumentos, historias que contar, y esto es lo que yo creo que hace
Xavier, es decir, va acumulando en su memoria histórica toda una serie de datos
argumentados que, de alguna manera, da forma literaria en algún momento
determinado. Y, en este caso, lo ha hecho de una forma muy honesta porque
cuenta la realidad”.
Además, Fernández confesó haberse
sentido muy identificado con la biografía y con muchas de las cosas que cuenta Aliaga
en su novela, como con “los hijos de los
padres y abuelos que vivieron aquí la etapa tan terrible de la guerra y de la
dictadura”. Además, continuó diciendo que “tenemos la cabeza llena de historias, de datos, de vergüenzas, de
crímenes muchas veces silenciados, como por ejemplo cuando cambiamos el nombre
de una calle o eliminamos símbolos de la dictadura y tenemos que explicar que,
probablemente, después de tantos años de democracia, ya deberían formar parte
del pasado”.
Según el alcalde, Xavier Aliaga habla
del olvido, de un periodo tan negro de la historia que muchos llevan dentro, y
que, “afortunadamente, algunos tienen el
valor y la oportunidad de contarlo para que nosotros podamos disfrutar de una
parte tan sensible de nuestra historia y para entender que la literatura
también sirve para ser una lección de dignidad”.
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