El recorrido de campo previo a la revisión catastral, que
inició hace unos meses el Ayuntamiento de Xirivella, saca a la luz más de 300
irregularidades. En total, se han encontrado 50 obras nuevas, 30 ampliaciones
y 70 reformas no declaradas. Hay también
150 casos de cambios de usos no actualizados y cinco grandes superficies con
usos que no son los correctos.
Estas irregularidades en el catastro y la declaración de
esos bienes por debajo de su valor ha supuesto una pérdida anual de 100.000
euros para las arcas municipales.
Según explicó la concejala de hacienda, Pilar Ureña, “el
anterior equipo de gobierno estaba consintiendo grandes desigualdades entre los
vecinos. Los sí que pagaban en relación a sus viviendas, bajos o comercios y
los no habían actualizado sus datos y estaban pagando muy por debajo a lo que
les correspondía”.
El alcalde de la localidad, Enrique Ortí afirmó que “el
recorrido de campo previo a la revisión catastral vuelve a sacar a la luz otro
ejemplo más de mala gestión y de pérdida de recursos municipales por parte de
PSOE y EU, que deberían haber actualizado el catastro y fomentado la regularización de los datos
catastrales”.
Una vez subsanadas las irregularidades las arcas
municipales ingresarán una media de 100.000 euros al año procedente de la
actualización de las irregularidades.
Algunos de los casos más llamativos que se estaban produciendo
eran fincas construidas que habían omitido su declaración de alta nueva en el
catastro, ampliaciones de naves sin declarar o superficies comerciales valoradas como almacenes cuando
son comercios.
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