Cosme Herranz.
El
refranero español que es muy sabio ya nos dice en uno de sus
refranes: el que avisa, no es traidor. Y empiezo de esta manera mi
artículo porque desde que se ha formado el nuevo equipo de gobierno
de Compromís-Bloc y ADN Morvedre he notado cierto malestar, enfado y
lamentaciones en una parte muy importante de la ciudadanía porteña,
y no solamente en la segregacionista. Y lo avisamos, vaya que si
lo avisamos.
Dijimos
que si alguien podía defender los principios, valores y tradiciones
porteñas, esos eran Iniciativa Porteña. Simplemente porque somos
porteños, de El Puerto. Por eso se pidió el voto porteño,
independientemente de que se fuera segregacionista o no. En Sagunto,
lo tuvieron claro. Casi 1 de cada 2 saguntinos votaron al señor
Fernández. Querían frenar a Iniciativa Porteña. Pero en El Puerto,
aunque IP fue la fuerza más votada, el voto quedó mucho más
fragmentado. Los saguntinos unidos entorno a Compromís y los
porteños, como siempre, separados.
Y
ahora vienen las lamentaciones. Que si quieren cerrar Lafarge y
acabar con la industria porteña, la imposición solamente del
valenciano y la prohibición del castellano a nivel administrativo,
no respetar el topónimo Puerto de Sagunto 46520, acabar con las
tradiciones porteñas, no asistir a actos culturales porteños, no
respetar nuestro topónimo en el Ayuntamiento... Y podría seguir y
seguir.
Ahora
vemos al señor Fernández asistir a los actos como Pedro por su
casa, con un buen séquito de pelotas riéndole las gracias y muchos
medios de comunicación rendidos a sus pies. Claro, ahora son peces
gordos. Mandan en el Ayuntamiento, en Valencia y en la Comunidad con
la vicepresidencia. Hay que llevarse bien con ellos. Y si quieren que
digamos que El Puerto es Sagunto, pues lo decimos mil veces si hace
falta. No pasa nada que se falte al respeto a miles de ciudadanos/as
porteños/as.
Y
estando en la Casa de Cultura de El Puerto, porteña por los cuatro
costados, tienen la desfachatez de llamarnos decenas de veces
Sagunto, sin que nadie diga nada. Hablando continuamente del
patrimonio y
turismo saguntino, insisto, en la Casa de Cultura de El Puerto y sin
que por una sola vez respetaran el topónimo porteño, Puerto de
Sagunto. Ni siquiera Cos–Gayón al hablar de la siderúrgica dijo
El Puerto de Sagunto, él tan bien dijo Sagunto. Mientras el señor
Fernández bien repantingado en su butaca disfrutaba. E incluso se
atrevió a retuitearme junto a sus pelotas.
El
1 de agosto es la xopà porteña. El señor Fernández bajará, vaya
si bajará, a dar el chupinazo y miles de porteños le estaremos
esperando para decirle, desde el más absoluto respeto, por supuesto,
que El Puerto ni fue, ni ha sido, ni será jamás Sagunto.
La
bandera porteña, roja y blanca, colores identitarios del porteñismo,
volverá a ondear en el futuro ayuntamiento porteño.
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