Vicente Cornelles. /EPDA Los partidos políticos al uso, que no son más que maquinarias electorales para ganar o perder elecciones, y sus dirigentes, deben creerse que los ciudadanos son tontos. Durante estos días las formaciones políticas andan con los quebraderos de cabeza de confeccionar tanto las listas municipales como autonómicas para las elecciones del 28 de mayo. Bajo el celofán colorista de fichajes mediáticos y los deseos de los más fervorosos militantes de ir en las candidaturas en lógica meritocracia, anida el objetivo de garantizarse por parte de muchos candidatos un escaño para cobrar un sueldo público de una institución que, en muchas ocasiones, se convierte en doble o triple. Así de crudo.
El caso más palmario es el listado de nombres del Partido Popular de Castellón a Les Corts Valencianes, empezando por su número 1, el exalcalde y expresidente de la Generalitat y ahora senador territorial, Alberto Fabra (vaca sagrada que lo ha sido todo: concejal, alcalde, jefe del Consell -el peor de la Historia), y que una vez entre en el parlamento autonómico cobrará como Síndico, como señoría del Senado y su salario vitalicio como expresident, tres sueldos, tres, y no hablamos de su asesora, la ‘in aeternum’ enchufada. La segunda en la lista es Marta Barrachina, alcaldesa de Vall d’Alba. Con su cargo de diputada autonómica a su soldada pública como alcaldesa sea sumará su asignación como corporativa regional. Salomé Pradas, también en puesto de salida, ingresará hasta cuatro nóminas de emolumentos del Estado. También va en la lista municipal, por lo que recibirá su paga de concejal; posiblemente pasará a la Diputación como integrante del parlamento provincial, asimismo con remuneración, como saldrá elegida en Les Corts, esperará su jornal, y hay que añadir su nada despreciable dinero como senadora.
Lo de Miguel Barrachina es de traca. Rescatado por su amigo zaplanista Carlos Mazón para la política pepera, aspira a un nuevo mandato en el Palacio de Benicarló, después de haber cobrado de las instituciones públicas, varias a la vez, desde el 2004, cuando fue elegido Diputado al Congreso, iniciando un camino de concejal, diputado autonómico y diputado provincial. Más de 20 años anclado en la moqueta y coche oficial pagados por los ciudadanos. ¿Dónde vas? ¿No tienes suficiente? Y está Susana Fabregat, la de las pulseritas, de familia de posibles, que no contenta de salir como edila el 28-M se apunta a les Corts para ganar más dinero, después de 4 años lamentándose de que cobraba muy poco en la oposición municipal. Me imagino también que el postureo de que un coche oficial te recoja en casa y te lleve a la Plaza San Lorenzo de Valencia debe dar mucho glamur.
Yo no soy tonto, no solamente decido a quien votar, sino a quien debo pagar el dinero que sale de mis impuestos. Som Castelló y sus integrantes somos muy distintos a ellos. No queremos la política para vivir y ganar dinero, sino gestionar, trabajar y ayudar a los ciudadanos. Y, de hecho, una de nuestras propuestas claves cuando lleguemos al Ayuntamiento de Castellón es la reducción al 50% de los sueldos corporativos y asesores. Palabra de Som Castelló. Palabra de Castellón.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia