Yolanda Sánchez. EPDA Está es su segunda legislatura como responsable de Igualdad y de las políticas de Mujer, ¿ha sido para usted muy importante volver a contar con el apoyo tanto de la ciudadanía como de sus compañeros de partido para seguir con el camino trazado?
Sí, estoy muy agradecida a la ciudadanía y a mis compañeros por su confianza en las políticas públicas sociales llevadas a cabo en estos cuatro años en Albalat. Esta legislatura significa, una nueva oportunidad de continuar haciendo las cosas desde el corazón, y trabajar, desde lo emocional para lograr algo emocionante. Siempre desde la honestidad, sinceridad, convicción e implicación diaria con la igualdad, que afecta a todas las personas. Igualdad para poder estar junto a los hombres de igual a igual, ni menos ni más.
¿Cuáles han sido las principales iniciativas de su concejalía para avanzar en igualdad?
Crear y propiciar múltiples espacios de encuentro para la formación, participación, colaboración intergeneracional y coordinación técnica interdisciplinar en los que abordar la igualdad y atacar las actitudes sexistas y agresivas que dan lugar a la violencia. Escuchar activamente, para realizar las revisiones y reformulaciones con las que responder a las necesidades planteadas por la ciudadanía, siempre con ella, sin perder mi hoja de ruta, una sociedad más igualitaria y humana. Estas acciones se han traducido, entre otras, en la elaboración del I Plan de Igualdad del Ayuntamiento, un pacto municipal con los partidos políticos para luchar contra la violencia de género, la adhesión al sistema de VioGen y a la Red de Municipios protegidos contra la violencia de género. La implantación de forma anual de las semanas de la Mujer y Contra la violencia de género, así como, LGTBIQ. Así como, distintas iniciativas como la Escuela de Igualdad, el 1er ciclo de cine fórum de cortos por la igualdad, conciertos, concursos de fotografía en el que poner en valor el papel de la mujer en diversos ámbitos, talleres de defensa personal, empoderamiento personal, animación social y de habilidades sociolaborales para mejorar la ocupabilidad, charlas preventivas, formativas y reflexivas así como actos en los que visibilizar la diversidad y normalizarla, etc. Y por supuesto, campañas de sensibilización, concienciación y formación dirigidas a la comunidad educativa, social, técnica y policía local.
¿La igualdad real es una entelequia o cree que al final se logrará?
Estoy convencida de que lo lograremos. Creo que la implicación y los esfuerzos de muchos en romper, día a día, pequeños techos de cristal que oprimen y no dejan avanzar en la vida tienen que tener su recompensa. Conseguir la igualdad real de mujeres y hombres, es de justicia social, por eso desde mi concejalía los pasos hacia esa dirección son firmes, seguir introduciendo en las acciones criterios de equidad que equilibren las desigualdades entre mujeres y hombres, así como, entre los propios grupos de mujeres y de hombres.
¿Cree que todo el mundo es capaz de educar en igualdad? ¿Qué papel desempeñan las familias?
Sí, pero para ello hay que darles herramientas. Formar para eliminar estereotipos y roles adquiridos e interiorizados por la tradición. Visibilizar y poner en valor la fortaleza de las mujeres, su trabajo y sus múltiples capacidades.El papel de las familias es clave y su labor educativa-preventiva fundamental. En ella se establecen y adquieren los valores que van a dirigir el futuro de nuestros niños y niñas. Educar de forma coeducativa en el ámbito familiar es una de las mejores estrategias para conseguir una sociedad más equitativa y para la prevención de la Violencia de Género.
¿Qué siente una persona tan implicada como usted en temas de la mujer cuando asiste al ascenso de la ultraderecha?
Indignación por ver como en nuestros pueblos ha calado el mensaje de la ultraderecha de que las reivindicaciones feministas, igualdad de derechos entre hombres y mujeres, signifiquen que queremos quitarles el trabajo y la dignidad a los hombres. Me da pena que se asuma el discurso populista de que las mujeres somos un enemigo al que hay que atacar, y no sus compañeras. Siento rabia de que quieran devolvernos al ámbito familiar y a la casa, como único espacio validado (y seguro), para nosotras, sin opción a nada más. Siento vergüenza escuchar las declaraciones de esta semana en la Asamblea de Madrid de la diputada por Vox, Alicia Rubio, cuando dijo “yo pondría como asignatura obligatoria, en vez de feminismo, costura (…) empodera mucho coser un botón”.
¿Puede llegar a ser una amenaza real para los avances en este ámbito?
Sí, supone un verdadero riesgo pretender revertir, diluir, las normas que establece el patriarcado como un sistema de poder del hombre sobre la mujer. Creo que en este escenario del que la ultraderecha alardea y defiende, de querernos convertir en ciudadanas de segunda, no dudaría en querernos quitarnos los derechos adquiridos y poner en peligro la paz, el respeto, la tolerancia y la convivencia entre hombres y mujeres.
Cincuenta mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año, ¿no hay forma de parar esto?
Creo que para acabar, con la violencia de género, que afecta a todo tipo de familias y relaciones, todos hemos de estar unidos padres, madres, educadores, equipo sanitarios, juristas, psicólogos, fuerzas de seguridad, políticos… en definitiva toda la sociedad, cada uno en su ámbito familiar, social y profesional. Creo que hay que trabajar de forma coordinada y aplicar los principios de la coeducación como estrategia de prevención de la Violencia de Género de forma transversal en todos los ámbitos con el fin de acabar con un sistema patriarcal, que asume como natural la desigualdad, considerando las tareas de cuidado responsabilidad de las mujeres, restando credibilidad y autoridad a las mujeres, cosificando su cuerpo y consolidando pautas culturales que transmiten y reproducen comportamientos discriminatorios y sexistas.
¿Qué se puede hacer a nivel local para luchar contra esta barbarie?
Prevenir, concienciar, sensibilizar y actuar. Mi fórmula ha sido y es: escuchar, observar y hacer. Escuchar a las personas dando espacio para la expresión. Observar las necesidades y problemas, estando presente día a día en el municipio. Y hacer desde el compromiso dado que, a falta de grandes recursos económicos o humanos, sólo cabe trabajar desde la convicción e implicación diaria de forma coordinada con los profesionales, codo a codo, de servicios sociales, sanidad, educación y policía local.
¿Cómo imagina el futuro?
Me gustaría que esta concejalía ya no existiera, sería la señal de que se habría logrado la igualdad y que no hay que observar posibles desviaciones. Pero la realidad nos muestra que todavía hay que seguir trabajando, hay que seguir reclamando y seguir luchando. Y ahí seguimos, reclamando y luchando por la igualdad creando encuentros formativos, campañas de sensibilización y concienciación, en los que avanzar en igualdad y en los que atacar las actitudes sexistas y agresivas que provocan la violencia.
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