Segunda parte del informe de noviembre.
Primera parte del informe de noviembre.
Informe del pasado 20 de diciembre. Refundador del centro derecha valenciano, ex alcalde de Benidorm, expresident de la Generalitat y del PP valenciano, ex ministro de Trabajo y ex portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso.
El todopoderoso ‘campeón’ que exportó ‘el poder valenciano’ a Madrid, lucha ahora por mantener su vida y por evitar la vuelta al centro penitenciario de Picassent donde permanece en prisión preventiva desde el 24 de mayo. Es “una bomba de relojería con posibilidad de muerte súbita e inesperada”, advierte el informe de su facultativo, el jefe del servicio de Hematología de la Fe, Guillermo Sanz, enviado al juzgado número 8 de Valencia que ha denegado sistemáticamente su puesta en libertad provisional.
En pleno debate sobre la figura de la prisión preventiva con presos enfermos, Eduardo Zaplana sigue ingresado en la Unidad de Trasplante Hematopoyético del hospital La Fe.
En dos días se le practicarán una colonoscopia y una esofago gastroscopia que exigen su hospitalización, pese a la reticencia judicial, por riesgo “potencialmente mortal”. En el informe médico remitido a la juez el pasado 20 de diciembre desde el centro hospitalario, y al que ha tenido acceso en exclusiva El Periódico de Aquí, se explica que no está en La Fe por capricho.
“La pared intestinal estará muy adelgazada. Al someterle a tratamiento con laxantes de alta eficacia para vaciar por completo el intestino y poder visualizar posibles lesiones, se pueden producir microroturas de la pared intestinal con paso de microorganismos a sangre y aparición de una sepsis grave y potencialmente mortal”. Ambas técnicas han obligado a modificar su pauta de anticoagulación que, además, aumenta la posibilidad de sufrir una trombosis. Y son necesarias, prosigue el informe de La Fe mandado a la juez instructora, para determinar los puntos del aparato digestivo que provocan el sangrado en el expresidentde la Generalitat.
Su permanencia en el hospital de Malilla, adonde llegó desde la cárcel de Picassent el pasado martes, se está aprovechando, también, para tratar la complicación más grave del trasplante de médula al que fue sometido, Enfermedad de Injerto contra el Huésped (EICH).
“La EICH sería el equivalente al rechazo del órgano trasplantado en un trasplante de órgano sólido, como corazón, higado o riñón. Cuando la EICH no responde al tratamiento de primera línea, las expectativas de supervivencia del paciente trasplantado se reducen drásticamente”, concluye el jefe de Hematología de La Fey, a su vez, presidente de la Asociación Valenciana de Hematología, Guillermo Sanz.
Y añade: “La EICH, las secuelas de problemas previos, pulmonares y cardiovasculares fundamentalmente, que ha presentado, los medicamentos que está obligado a tomar y la grave situación de inmunodeficiencia que presenta convierten a Eduardo Zaplana Hernández-Soro en una bomba de relojería pudiendo sobrevenirle la muerte de forma súbita e inesperada”.
Además de las biopsias antes reseñadas, se le están realizando un aspirado de médula ósea y pruebas complementarias genéticas, respiratorias para descartar una afección pulmonar y una evaculación cardiológica, por sus antecedentes de pericarditis y embolia pulmonar masiva.
En un informe previo, del 21 de noviembre, Guillermo Sanz detalla pormenorizadamente al juzgado la fotografía clínica de Zaplana seis meses después de su ingreso en el centro penitenciario de Picassent en prisión preventiva. No puede ser más desolador, aunque cayó en saco roto tanto en la juez como en el fiscal del caso. Se observaba un deterioro acusado de su estado general, con pérdida de peso, de proteínas y albúmina que no se pudieron solucionar con suplementos nutricionales.
La duda ahora es saber si la juez seguirá sin atender las continuas reclamaciones del equipo médico, que se opone a su reingreso en Picassent, o volverá en unos días, en cuanto concluyan sus pruebas médicas.
No puede ni juntar las manos o elevar los brazos por encima del hombro
La enfermedad crónica de injerto contra el huésped que padece el ex ministro “ha presentado un empeoramiento”. Los síntomas constatan la caída en picado del ex president: “Aparición de nuevas lesiones cutáneas que cubren una mayor extensión de la superficie corporal, afectando a cara,tórax, brazos, antebrazos y manos y cavidad oral, que ha pasado a afectar a encías, mejillas - en toda su extensión- y paladar”.
A ello se le suma “la afectación musculo esquelética generalizada con dolor y limitación a los movimientos en diversas articulaciones, incluyendo hombros, codos y muñecas, así como una fascitis palmar bilateral, conformación de nódulos alrededor de diversos tendones de las manos (3 en mano izquierda - uno de ellos en túnel del carpo - y 2 en mano derecha - uno en túnel del carpo).
Esta última está evolucionando hacia un síndrome de Dupuytren, que le reducirá de forma prácticamente total la movilidad de manos”. Estas manifestaciones provocan, además, “escozor y dolor oral, lo que complica la ingesta y agarrotamiento y calambres en ambas manos”. Este cuadro ha obligado al equipo médico que le atiende en La Fe a aumentar el tratamiento inmunosupresor.
Durante sus siete meses de privación de libertad, el ex presidente del PP valenciano ha presentado dos cuadros infecciosos de relevancia: una bronquitis aguda y hongos en paladar,encías, lengua y faringe.
A ello se le suma una profunda immuno supresión humoral, similar a la que presentan ‘los niños burbuja’. Ya en noviembre, el facultativo de Zaplana advertía al juzgado de “un grave riesgo infeccioso con riesgo vital” y que cualquier retraso en su atención hospitalaria “comprometería seriamente su vida”.
Como se recordará, Zaplana fue conducido a la prisión valenciana el pasado 24 de mayo después de que la titular del juzgado número 8 decretara ingreso en prisión y sin fianza por riesgo de fuga y destrucción de pruebas. El caso Erial investiga el presunto cobro de comisiones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y del Plan Eólico en su etapa al frente de la Generalitat. La juez ha denegado su puesta en libertad en cuatro ocasiones, pese a una presión política que se ha intensificado en los últimos días. El agravamiento de Zaplana ha logrado poner de acuerdo al PP, al president Puig o a Pablo Iglesias.Todos ellos han pedido su libertad por razones humanitarias. De momento, sin éxito en la Ciudad de la Justicia.
COMUNICADO Rosa Barceló
La última vez que vi a Eduardo estaba hospitalizado y, pese a lo duro de la situación, ilusionado con la idea de un comunicado que pensaba hacer público en el día de hoy. Eso fue el pasado jueves.
Desde entonces, ni a mí ni a mis hijas se nos ha permitido volver a verlo. Nadie nos ha explicado por qué ni con qué fundamento, pero lo cierto es que está, no solo privado de libertad sino, además, incomunicado. Se nos ha dicho que solo dispondremos, entre todos, de 45 minutos a la semana y como ya los habría consumido yo el jueves, solo podemos esperar al próximo turno.
A lo duro de esta situación se añade el sobresalto vivido la mañana del sábado cuando amigos y familiares me sorprendieron dándome el pésame por el fallecimiento de Eduardo. Todo ello debido a un bulo sobre su supuesta muerte. El desconsuelo ya no puede ser mayor y por eso, aun sin haber podido consultarlo con él, hago lo que creo que a él le habría gustado hacer personalmente.
Por eso he decidido salir del anonimato de todos estos meses y publicar este comunicado, que no hace sino reproducir de la manera más fielmente posible esas reflexiones contenidas en unas notas que me dio Eduardo el jueves:
“Mi ingreso hospitalario ha generado algún debate sobre mi estado de salud relacionándolo con mi estancia en prisión desde finales de mayo.
Quiero empezar afirmando,“como obviedad”,que soy inocente porque no he sido juzgado tal y como reconoce nuestro ordenamiento jurídico, aunque no sea libre por estar sometido a prisión preventiva, estando privado de mis derechos y mis libertades;y si me lo permiten quiero hacer otra afirmación en este caso subjetiva,“soy inocente”por el convencimiento absoluto de no ser responsable de los hechos de los que se me acusa en el Auto judicial que produce mi detención. En el mismo se señala que cobré a través de otros, al parecer testaferros míos, en los años 2005-2006,6,400.000 euros de la empresa Sedesa por la adjudicación de las I.T.V.(en el año 1997) y del Plan Eólico (en el año 2003 cuando ya no era yo presidente de la Generalitat Valenciana).
De las demás cuestiones que hablan, de otras cifras que se han filtrado, no puedo responder en este momento, al no conocer en qué se basan por estar el sumario secreto. Si puedo afirmar que jamás cobré comisión alguna por unas adjudicaciones públicas y jamás distraje una peseta o un euro de las administraciones públicas a las que serví y de cuya labor me siento muy orgulloso.
Se que todo el mundo que se pronuncia en favor de mi puesta en libertad lo hace por cuestiones de humanidad por la enfermedad que sufro y por el empeoramiento que ha ocasionado el ingreso hospitalario en que me hallo,y no se pueden imaginar cuanto lo agradezco y lo agradeceré siempre durante el tiempo que me quede de vida. Sin embargo les puedo asegurar que mi estado de salud no es la principal causa de preocupación para mí(sin duda lo es para mi familia, mis seres queridos y mis médicos) pero para mí por encima de ello está la defensa de mi honor y mi nombre,y el recuerdo que de mi nombre quede a mis hijas y nietos.
Los motivos que me mantienen en prisión ya más de siete meses son mi capacidad para destruir pruebas y el riesgo de fuga. El mismo resultado se podría haber conseguido si,en lugar de la prisión provisional se hubiese acordado el arresto domiciliario que, además, hubiera ayudado a mi salud, pero encualquier caso no sé qué prueba puedo destruir después de siete meses de privación de libertad, ni quien se puede plantear seriamente que en mis condiciones me vaya a fugar de mi país. Para justificar mi fuga se ha llegado a decir en un auto judicial que me trasplante en Houston, señal del nivel de detalle con el que se han leído los informes médicos quienes tuvieron que decidir sobre mi libertad.
Incluso el tan citado informe de los médicos forenses, que emitieron dosen un plazo corto de tiempo,mantienen los mismos argumentos,si bienen el segundo cambia la conclusión del primero,al afirmar que mi estancia en prisión en principiono añade gravedad a mi estado,cosa que se afirmaba en el primerode unas semanas antes afirmaba lo contrario,firmados por los mismos profesionales.Ni estos ni en los demás informes de la causa existe discrepancia alguna acerca de la gravedad y riesgos asociados a mi enfermedad y estancia en prisión.
Se que esto que escribopuede desgraciadamenteir en mi contra. Desgraciadamente y quien imparte justicia lo terminaviviendo a veces comocuestiones de ego personal-profesional y como si de un debate político se tratara.El propio Alonso Martinez en siglo XIX ya alertaba de “los funcionarios que intervienen en la instrucción del sumario, que animados de un espíritu receloso y hostil que se engendra en su mismo patriótico celo por la causa de la sociedad que representan, recogen con preferencia los datos adversos al procesado, descuidando a las veces consignar los que pueden favorecerle”.
Mi investigación se inicia en el año 2015,(ignoro los motivos) aunque visto lo producido en nuestro país enlos últimos,a uno se le ponen los pelosdepunta. Cuestiones que no parece que mucha gente tenga interés en investigar,apesar de que por su repercusión y alcance,desde el punto de vista parlamentario,sellevara a la comisión de secretos oficiales.
En cualquier caso,¿cuántos años hacen falta para instruir un asunto contra una persona? Se inició en el año2015 y estamos entrando en 2019,y según los Autos elJuzgado y escritos del fiscal con todo tipo de medios, escuchas telefónicas, orales (micrófonos), seguimientos… ¿Cuánto tiempo tengo que estar en prisión para no destruir pruebas?, ¿Desde el año 2015 no han tenido tiempo de terminar de cerrar la acusación con el despliegue de medios citados?, ¿Es posible investigar a una persona en secreto durante tres años sin informarle del origen de las imputaciones, los indicios contra él existentes o las conductas concretas por las que se le investigan?
No he tenido la suerte de otras personas, también de notoriedad pública o mayor, que acusados de delitos similares o de mayor gravedad de los que me acusan a mípor las cuantías, se pueden defender sin limitación de derechos y libertades desde sus casas.
Ni aspiro a tenerlade aquellos que incluso con condenas firmes no ingresan en prisión.
Juro que no siento envidia por ellos, sino que sinceramente me alegro. Como me alegraría de todo corazón que pusieran en libertad a las dos personas (amigos míos) que ingresaron en prisión conmigo por el convencimiento interno de que sucastigo tiene mucho que ver con su amistad conmigo y ser yo quien soy.
Puede entrar en la mente de alguien que me pueda fugar. En la mía y la de los que me conocen es imposible. Al margen de dependencias médicas y arraigos evidentes que todo el mundo entendería, no permitiría yo bajo ningún concepto que mi concepción del honor personal y el legado que dejo fuera de tal indignidad.
Siempre he concebido y he defendido una justicia y unos cuerpos policiales equilibrados, neutrales y con controles. Que hagan justicia sin necesidad de destruir a las personas y su entorno.
Cuando selevante el secreto del sumario,situaciónsin duda durapara quien ha sido seguido, escuchado y vigilado tanto tiempo, (ya me ha ocurrido en otros casos sin estar imputado ni siquiera) espero poder defenderme y explicar todo aquello que la instrucción necesite que aclare.
De momento quiero trasladar mi agradecimiento a cuantos han tenido la sensibilidad y argumentos para pedir mi libertad y desearles a todos feliz Navidad
EDUARDO ZAPLANA HERNÁNDEZ-SORO”.
ROSA BARCELÓ
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