Compromís denuncia la discriminación sistemática del valenciano por el Ayuntamiento de Xirivella

Ricard Barberà, portavoz del Grupo Municipal de Compromís en Xirivella, ha denunciado la discriminación sistemática del valenciano que practica el Ayuntamiento de Xirivella. En este sentido ha señalado que en el último mes, de las 48 noticias colgadas en el facebook del Ayuntamiento, solo 3 estaban escritas en valenciano, lo que no llega ni al 7% de las publicaciones.

Además, el hecho de que el perfil de facebook del Ayuntamiento esté rotulado solo en castellano contraviene el espíritu del reglamento de normalización lingüística municipal, vigente desde noviembre de 1992, cuyo artículo 6 determinaba que el Ayuntamiento de Xirivella debería promover y utilizar el valenciano en todas las dependencias municipales centrales y en todas las descentralizadas del ayuntamiento así como en las inscripciones o rotulaciones que identifican bienes de propiedad municipal tales como vehículos, maquinaria o utillaje en general, que se escribirán únicamente en la forma oficial valenciana.

Compromís critica que la concejala de Educación y normalización lingüístiva afirmara en el pleno de diciembre que el PP es el partido que más había hecho por la promoción del valenciano cuando su práctica lingüística es muy distinta. «El alcalde de Xirivella hace un uso folclórico del valenciano cuando, por ejemplo en los plenos se encomienda continuamente “al señor mío y al pie de la cruz”, pero es incapaz de dar más dignidad al valenciano en el facebook del ayuntamiento o de satisfacer la demanda de líneas de enseñanza en valenciano», afirma Barberà.

Compromís está abierto a colaborar en la promoción del valenciano y en muchas otras cosas. Como ejemplo Ricard Barberà pone la entrega de un CD de villancicos valencianos editado por la Academia Valenciana de la Llengua a la concejala de Educación, para que esta Navidad no sonara solo el “Chiquiriquitín” en la cabalgata de Reyes, «pero nos estamos hartando de recibir solo buenas palabras del equipo de gobierno que después no se materializan en nada», advierte Barberà.