Héctor González. L´Horta
Nord destaca por su fertilidad en diferentes ámbitos. Además de
obviamente en el agrícola, la comarca también despunta por el
entusiasmo con el que organiza y disfruta de diferentes
celebraciones. Entre ellas, la Semana Santa. Moncada ha logrado
llevar a la máxima pasión su carácter solemne. Su fiesta,
declarada de interés turístico nacional, con la recreación de la
dramática crucifixión de Cristo incluida, ha convertido la
población en referente semanasantero autonómico.
Alboraya
debe gran parte del fulgor de sus festejos al tesón de Miguel
Alemany, cronista perpetuo de la Semana Santa local. Cicerone
privilegiado y visionario de las celebraciones, ha ejercido múltiples
facetas, desde cofundador de hermandades hasta impulsor del Vía
Crucis por la huerta. Su carácter socarrón, su inagotable capacidad
de servicio a esta causa y sus didácticos relatos han encumbrado las
conmemoraciones locales, que en la actualidad cuentan con una decena
de cofradías.
En
Godella la festividad gira en torno a la monumental iglesia de Sant
Bertomeu, con la contribución del reconocido coro parroquial. El
reparto de dulces y chocolate por parte de las cofradías del
Salvador y del Rosario, en el parque del Molino, este sábado por la
noche, supone uno de sus numerosos atractivos.
Comparte
fervor con la limítrofe Burjassot. También afición por el reparto
de chocolate. En este último caso lo realiza la clavaría del Santo
Encuentro para endulzar el comienzo del Domingo de Resurrección.
Paterna, por su parte, tan aficionada a los festejos propios y
compartidos, tampoco desdeña la Semana Santa. En su caso lo hace con
la cofradía del Ecce Homo.
Y
ya que nos hallamos en la localidad más populosa de l´Horta Nord,
aprovecho para aludir a la celebración del siguiente fin de semana,
el del 22 y 23 de abril, con la representación de los milagros de
Sant Vicent en La Canyada. Su altar suponía prácticamente una
excepción en esta festividad más capitalina. No obstante, los
vecinos de la comarca ya pueden evocar igualmente al santo en
Almàssera o Meliana. Como no me cansaré de insistir, la riqueza
patrimonial, cultural y festiva de l´Horta Nord resulta casi
infinita. O poco le falta.
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