El
copago ha obligado a una docena de familias de la comarca a
prescindir de los servicios que ofrecen los centros ocupacionales de
Sagunto, lo que representa el 25% del total. Tanto en Socoltie
como en San Cristóbal ya se han producido las primeras bajas
(cuatro y ocho, respectivamente) y, si la Conselleria de
Bienestar Social no rectifica y aplica pronto la sentencia del
Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana
(TSJCV) que anula el decreto del Consell que establece el copago, a
esta docena de usuarios que ya se han dado de baja se sumarán
muchas más.
El
problema, según narran la directora de Socoltie y su homólogo en
San Cristóbal, es que muchos usuarios no pueden hacer frente a este
copago, que en algunos casos alcanza hasta el 90% del coste de
la plaza. De hecho, en ambos centros, las bajas se han producido
entre los usuarios que pagaban 200, 300 e incluso 400 euros por el
servicio. La cantidad se establece en relación a la renta de la
unidad familiar, y no a la capacidad económica del usuario.
Dificultades
A
esto hay que sumar la situación por la que atraviesan algunas
familias con dificultades económicas, que dependen de la paga
del familiar que sufre una discapacidad para poder llegar a
fin de mes. “Se quedan en el paro algunos miembros de la familia y
deciden que el usuario deje el centro, para poder subsistir con la
ayuda que recibe”, apunta el director del Centro Ocupacional
San Cristóbal, Pedro Miguel Rubio.
No
obstante, “el único perjudicado es el usuario porque
deja de hacer actividades que le ayudan a su desarrollo educativo,
social y personal”, matiza Rubio.
Por
otra parte, la deuda del Consell, que se ha comprometido a pagar
el 40% que queda de la resolución anual a finales de este mes,
asfixia a los dos centros, que pagan con retrasos las nóminas a los
trabajadores y el pago a los proveedores.
Cabe
destacar que el TSJCV ha anulado el decreto del Consell que
establece el copago en los servicios dirigidos a mayores y a las
personas con discapacidad al considerar que es “coactivo” y
“vulnera el principio de reserva de ley, el de legalidad en
materia tributaria y el de jerarquía normativa”.
Además,
la sentencia tira por tierra el argumento del Consell y defiende que
el servicio que se ofrece es “objetivamente indispensable para
poder satisfacer las necesidades básicas de la vida personal o
social de los particulares” porque “se trata de servicios
primarios asistenciales, básicos e imprescindibles”.
La
Conselleria de Bienestar Social ha recurrido ante el Tribunal
Supremo la sentencia y ha instado a todos los centros a mantener
el copago hasta que se resuelva el proceso judicial. Un trámite
que puede durar años, según ha criticado el Comité de
Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunitat.
Esta
situación mantiene en vilo al centenar de usuarios de San
Cristóbal y Socoltie, ya que “están a la expectativa de lo
que pueda suceder”, afirma la directora de Socoltie.
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