Parecía que íbamos a terminar esta semana tranquilamente después de lo trepidante que había sido, pues empezó con la agria polémica sobre las inesperadas manifestaciones Borjamaris o Cayetanas... a lo que de inmediato sucedieron los escraches padecidos en sus domicilios por el vicepandemias, perdón, el vice-residencias, y el acoso que también sufrió Ábalos, unas veces comparado con el entrañable Algarrobo de la legendaria serie "Curro Jimenez" y otras con el Torrente de Sánchez; lío que fue de inmediato olvidado después de ser convenientemente amenazados de escrache los líderes de la oposición e incluso los periodistas desafectos, por el tándem Iglesias-Echenique, a lo que se ve aventajados emuladores del recientemente fallecido, y por covid, "Billy el Niño".
Y como todo es susceptible de mejorar, contrariamente a lo que popularmente se cree, nuestra vicepandemias favorita, la egebrense Carmen Calvo, a mitad de semana dio un giro inesperado a las sesudas investigaciones que se vienen efectuando, en todo el orbe, sobre este misterioso virus que nos asola. Pues la de Cabra, y no porque esté en absoluto como su pueblo, sino que fruto de sus profundas cogitaciones y lecturas, nos desentrañó y de un plumazo, el porqué nos había afectado tanto el virus de Wuhan: la causa es estar en esa línea geográfica que forman New York, París, Teherán y Pekín...más o menos, Baldomero...donde no hace ni mucho calor ni mucho frío...ya te digo...
Para después venir a arreglarlo Sánchez con su pacto con Otegi, aún más secreto que los nombres que forman su Comité de expertos de la escalada y de la desescalada, cuya alineación sólo será desvelada -no momentos antes de iniciarse el partido, como es habitual- ante sus curiosas señorías y para obviamente echar balones fuera de tantas y tantas querellas criminales que arrecian sobre el área chica del Gobierno. De ahí esa querencia natural a dialogar, a tratar y a pactar con tantos condenados por terrorismo o por golpismo. Una forma como otra cualquiera de ir aclimatandose, de ir haciéndose a la idea, de entrenarse, de calentar al fín antes de también sentarse en el banquillo...
De todo lo cual el sábado por fín creíamos que íbamos a descansar. Pero no. Porque nuestro gobierno cual anfetaminico terminal no cesa. Ni nos deja descansar en su sacrificio permanente ante el altar del bien común. Así ha saltado el último notición de la semana. Aunque eso sí, de una manera algo bizarra por esas palabras del viceparejadelaIreneMontero, acerca de que su Dirección para Defensa de los Derechos de los Animales, va a velar para que las maltratadas por sus parejas puedan abandonar a su maltratador llevándose su mascota. Hasta ahí todo muy loable, pero a partir de esta primicia y para nuestra ansiedad y desasosiego, nos han recordado que el genio que dirige tal Dirección animalista es todo un fenómeno que en su día acusó a la especie humana de ser la única que roba la leche de otras especies. Mayormente la vaca. Claro.
Y eso, virgencita, que todavía es domingo...
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Jaime Navarro
