Esto es real, hay muchas empresas que atienden a demandas de este tipo a modo hamburguesería sin ser capaces de decir que no, por el mero hecho de vender. Un error.
Hace unos días nos reunimos con una empresa porque quería comparar una propuesta de formación en liderazgo para mandos intermedios con otra empresa de consultoría. A los diez minutos de la reunión el castillo de naipes se derrumbó por completo, sobre todo cuando salió la pregunta concreta:
- ¿Nos dejáis ver vuestro modelo de liderazgo y así nos adaptamos a él para la formación? – pregunté sin ninguna mala intención-
El aire se cortaba con cuchillo. Hubo un silencio incómodo que no sabía muy bien a que se debía.
- Disculpa si he dicho algo incongruente – afirme con voz muy suave, intentando reflexionar sobre ese silencio –
- No tranquilo. Es que después de tres reuniones con tres consultores, eres el único que me ha realizado esta pregunta y no entiendo muy bien a qué te refieres. Bueno sí, sí que lo sé, ¿pero lo necesitas para hacer una propuesta? – afirmo la directora de desarrollo de la empresa-
- En principio no se necesita para hacer la propuesta. – afirme con voz rotunda – pero es que nosotros no hacemos presupuestos en una hoja con un esqueleto, nosotros queremos contarte lo qué vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer y qué resultados vamos a conseguir y para eso es mejor basarse en un modelo y así establecer bien los objetivos de la formación y el seguimiento de la misma.
- Suena bien – afirmó la directora de desarrollo- Hasta ahora lo que me han pasado es unos pequeños presupuestos para formación en liderazgo pero no han querido profundizar mas en el tema.
- Entonces, ¿qué competencias van a trabajar en las sesiones formativas? – pregunté con cara de curiosidad- Sino tienen al menos los valores de la empresa, algunas competencias marcadas por la dirección, ¿cómo van a llevar en marcha el curso?
- Pues ahora me hago yo esas mismas preguntas – afirmo sorprendida la directora -
Esta conversación que podría ser ficticia o no, es la consecuencia de la venta de formaciones en habilidades sin querer ahondar en la empresa, en su cultura, en su forma de vivir la empresa, etc. Se venden paquetes de formaciones como si de una churrería se tratará, cuando la formación es algo muy serio y debe estar muy alineada a los valores de la organización. Esto hace que las empresas que nos dedicamos a diseñar, a crear, a preguntar y como consecuencia encontrar soluciones innovadoras seamos vistos como algo raros. Pues sí, somos raros y lo queremos seguir siendo pues consideramos que formar a nuestros profesionales es un acto muy serio y que la empresa debe conocer qué se va a hacer, cómo se va a hacer y qué resultados queremos conseguir las dos empresas. Después ya creamos el concepto, el seguimiento, etc., pero primero debemos escuchar, escuchar y escuchar, para empaparnos de los retos de los clientes y de esta forma encontrar la mejor solución.
No lo dudes, si te dedicas a esto de los recursos humanos, del talento, de las personas, debes ejercitar mucho la escucha para poder crear a medida.
¿Me escuchas?