Después del paripé del presidente del gobierno con su epístola al "pueblo"  y esos cinco días de retiro espiritual 'moncloístico' y monástico  al mismo tiempo, dejando al borde del precipicio nuestras vidas, ante la incertidumbre, también me puse a reflexionar. Y a la sombra de un frondoso pino rodeno que tenemos en mi pueblo, medité sobre el futuro sin el presidente Sánchez.
Al cabo de unos minutos en ese silencio que solo el mundo rural nos brinda, me vino a la memoria una letra de las muchas y buenas canciones  del maestro Sabina que habla del desasosiego y la soledad de perder un amor, una persona querida, un presidente como él y que reproduzco unas líneas a continuación:
	Extraño como un pato en el Manzanares
	Torpe como un suicida sin vocación
	Absurdo como un belga por soleares
	Vacío como una isla sin Robinson
	Oscuro como un túnel sin tren expreso
	Negro como los ángeles de Machín
	Febril como la carta de amor de un preso
	Más triste que un torero
	Al otro lado del telón de acero
	Así estoy yo
	Así estoy yo
	Así estoy yo, sin ti, 
	Sánchez.
Pero al final llegó el quinto día y nos demostró que como en la canción del Pirata Cojo es…
	Al Capone en Chicago
	Legionario en Melilla
	Pintor en Montparnasse
	Mercader en Damasco
	Costalero en Sevilla
	Negro en nueva Orleans…
	Como en los Simpson
Sabina también fue un visionario.