Esta semana se ha publicado Altaveu,
boletÃn anual elaborado en el marco del proyecto "La Nostra Ciutat, el Teu
Refugi". En esta ocasión, como en anteriores, Altaveu dedica sus páginas a visibilizar experiencias y parte de la
realidad de personas migrantes y refugiadas llegadas a València.
Y no solamente
eso, sino que ya en su portada destaca un elemento fundamental desde la
perspectiva de las polÃticas públicas: la necesidad de crear vÃas legales y
seguras para el tránsito a todas aquellas personas que vieron cercenadas sus
posibilidades de acceder a Europa por el este, y que quedaron sin opciones de
hacerlo de manera regular desde sus paÃses de origen, desde los contiguos a
estos o incluso desde una frontera sur que rechaza y discrimina.
Este año Altaveu llega justo a tiempo, y no solamente por encontrarnos en la
semana del 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos o
por estar a unos dÃas del DÃa Internacional del Migrante (18 de diciembre).
Llega a tiempo porque, frente al auge de la intolerancia en el espacio público que
marcaron en España las elecciones andaluzas, frente a las mentiras virales que
buscan crear odio y frente a la violencia y los discursos incendiarios, necesitamos
espacios que reivindiquen la civitas,
la ciudad, como un elemento cohesionador y creador de ciudadanÃa.
Habitar la polis siempre es complicado, pero si no
son las ciudades y los pueblos los que tomen la iniciativa en el complejo
camino de la integración transversal y bidireccional, nadie lo hará. Los
estados llevan otra dirección; lo local es la esperanza.
Como en todo, habrÃa aspectos que
criticar de este texto, pero me centraré en lo positivo: es positivo que se hable de instrumentos como
las vÃas seguras de acceso, paso fundamental para acabar con las muertes
invisibles en el Mediterráneo; es positivo que el texto empiece por invitarles
a contar sus experiencias, dando paso
a sus voces frente al ruido del odio;
y es positivo, también, que el ayuntamiento sea partÃcipe, la sociedad civil y
la persona afectada protagonista y que la óptica trascienda el momento de la
llegada. La vida, los obstáculos y oportunidades de las almas del Aquarius
siguen importando. Y las del resto. No lo olvidemos.