Héctor troyano, coordinador del PP en el Camp de Túria y alcalde de Vilamarxant. -EPDAEn el último año hemos vivido momentos clave para el desarrollo político y social de nuestros municipios y si observamos a nuestro alrededor, y echamos la vista no tan atrás, se hacen más que evidentes los frutos del trabajo que hemos realizado desde el Partido Popular en el Camp de Túria.
Los resultados que revelaron las urnas en los últimos comicios municipales así lo avalaron: mientras que La Pobla de Vallbona y Gátova se volvieron a teñir de azul, el resto de gobiernos populares de la comarca lograron una mayor estabilidad, lo que no es más que la prueba definitiva de que desde el PP estamos trabajando en la dirección adecuada: apostando por mejorar las políticas con un impacto reseñable en la calidad de vida de las personas, defendiendo las rebajas fiscales que sofocan a la ciudadanía y atrayendo inversiones que permitan el crecimiento y desarrollo de nuestros pueblos.
Sin embargo, si observamos con más detenimiento, podemos ver que los frutos de nuestro trabajo van más allá. El fortalecimiento del PP en la comarca ha sido la clave para reconducir el rumbo que la Mancomunitat había tomado en los últimos años, frenando así el sinsentido al que el gobierno anterior había sometido a nuestros pueblos tras poner en marcha un proceso administrativo para expulsar de este órgano a tres de los municipios gobernados por el PP, tras negarse estos a llevar adelante la polémica modificación del ámbito comarcal de la misma Mancomunitat.
Gracias a las alegaciones presentadas y al trabajo conjunto con la dirección general de Administraciones Públicas, la Mancomunitat Camp del Túria ha dado el paso atrás que debía para sacar a nuestros pueblos de este limbo administrativo en el que nos había sumido. Y, desde el Partido Popular, celebramos este éxito que pone de relieve, una vez más, la gran labor realizada y la voluntad de seguir apostando por proteger el interés de nuestros municipios. Como suele ocurrir, tras una tormenta, acaba llegando la calma; y tras esta tormenta queda la satisfacción del trabajo bien hecho y la certeza de que avanzamos en la dirección correcta para construir un futuro mejor para el Camp de Túria.
