Hace varios años que, durante los meses más calurosos, cuando las altas temperaturas y el sol son los grandes protagonistas, CCOO ofrece sus sedes como refugios climáticos para que las personas que trabajan en la calle puedan refrescarse e hidratarse.
Determinados trabajos conllevan la realización de tareas que implican esfuerzo físico. Proteger la seguridad y salud de las personas trabajadoras que las realizan requiere la implantación de medidas de prevención específicas en función de las condiciones ambientales del puesto.
El cambio climático también impacta en la salud y el bienestar de las personas, afectando de manera desigual a diferentes grupos sociales según sus características fisiológicas y relaciones sociales. Los trabajos manuales, con mayor actividad física, son más proclives a aumentar el estrés térmico que los trabajos no manuales, especialmente en países mediterráneos y sobre todo si no se asegura el acceso a lugares protegidos.
La sobrecarga térmica puede causar diversas dolencias, enfermedades y accidentes laborales debido a la alteración de la capacidad del organismo para mantener un ambiente interno estable y constante a pesar de los cambios en el entorno externo.
Al respecto, el proyecto CALORADAPT de la Fundación 1º de Mayo-IST realizó una encuesta a la afiliación de CCOO entre febrero y marzo de 2024, con un tamaño muestral de 3.360 participantes. Los resultados preliminares de dicha encuesta indican que la exposición al calor excesivo en el lugar de trabajo es muy común.
Dos tercios (65%) de las personas encuestadas encuentran que el calor en su trabajo es molesto o muy molesto. La exposición al estrés térmico es desigual entre ocupaciones manuales y no manuales, donde las personas trabajadoras del primer grupo sufren mayores molestias por el calor. Sin embargo, las medidas de protección contra el calor son menos comunes en ocupaciones manuales, lo que influye en su mayor nivel de estrés térmico. Las personas que desempeñan trabajos manuales experimentan más enfermedades y accidentes relacionados con el calor en comparación con los no manuales.
Con este proyecto se buscó mejorar la adaptación productiva y de servicios ante las olas de calor, mediante la participación de las personas trabajadoras para proteger su salud y seguridad, ya que la exposición al calor excesivo en el trabajo afectaba a casi dos tercios de las personas encuestadas.
Además, la falta de acceso a recursos materiales como vivienda, agua y transporte depende de las condiciones laborales, exponiendo más a riesgos térmicos a quienes trabajan en precario.
Por todo ello, para CCOO es de vital importancia que el enfoque de las soluciones sea integral y combine recursos materiales con la creación de políticas específicas, que cuenten con la participación de la plantilla, para reducir los efectos del aumento de temperaturas en los grupos más vulnerables.
El que un trabajo sea manual no debería influir en el riesgo de estrés térmico al que se exponga la persona, ya que el objetivo de una evaluación de riesgos eficaz es prever los riesgos de cada puesto y adoptar medidas preventivas para eliminar o minimizar el riesgo hasta niveles tolerables.