"Santa Maria Magdalena la portaven per la mar, la duien de Marsella i a Moncofa va parar", son más de seis siglos reviviendo esa tradición y santa María Magdalena es la excelsa patrona de Moncofa.
Los que hemos tenido la gracia, quizás sin merecerla de haber conocido esa tierra, sus gentes, sus tradiciones y un poco de su historia, no podemos vivir un 22 y un 23 de julio, sin tener la mirada puesta en Moncofa, por que un trozo de nuestro corazón, está prendido en el aire que respiramos cuando nos encontramos con ese gran pueblo, convertido en una moderna ciudad.
Y me atrevo a decir que Moncofa tiene corazón, un corazón que late al ritmo de un pueblo y un corazón que ama y recuerda a quienes hemos formado parte de su vida y de sus gentes.
Esta tarde, junto a las personas que de una forma exquisita y enamoradas cantaban en el coro hemos recordado mi llegada a Moncofa hace 42 años. El hoy nos separa de ayer y aunque todos hemos cambiado, aquella semilla que en su día juntos plantamos por aquello en que creíamos sigue viva y ha dado fruto.
Me emociono encontrarme con tantas personas que se acuerdan de mi nombre, de momentos vividos, historias incontables, de risas y de llantos, que siempre dejaron un surco de amor.
El divertido lenguaje de sus habitantes, los simpáticos calificativos, las expresiones naturales y locuaces te hacen sentir un vecino más y te hacen comprender que las esencia de la vida tiene que estar cimentada en esa gracia que adorna una conversación.
Ese mundo amarillo, donde la historia une a las personas, es Moncofa… ¡cuánto afecto y sentimiento!
Todo ella queda rendido a los pies de Santa María Magdalena y todo queda unido en el mar Mediterráneo, cuando desembarca ante miles de personas, esa querida imagen que tienen por patrona.
La tarde del 23 de julio, el mundo tiene una cita en la playa de Moncofa, porque se palpa la emoción, se vive la amistad; la fe y la esperanza tienen nombre propio, porque de cada corazón nace ese suspiro verdadero que une al cielo con la tierra.
Hace años fui vecino de ese pueblo, hace años me sedujo y hoy me emociono porque el puente que une la vida, ayer y hoy tiene su arco principal en las gentes queridas de Moncofa y en todos los momentos de vida que con ellos compartí.
Es su fiesta, su día día, es un enlace seductor que puede convertirse en una experiencia de vida y estas palabras cargadas de sentimiento son el resumen de una vivencia que me acompañará toda la vida.
22 y 23 de julio, Moncofa abre las puertas de su corazón porque su fiesta es el faro resplandeciente que ilumina la vida.
Marineros, Reinas y damas, Jerarquías eclesiásticas, Autoridades, pueblo, en general, nunca os olvidéis de ser el motor que ponga en marcha ese amor tan grande que brindáis al mundo con vuestras fiestas mayores, porque os hacen grandes a vosotros y engrandecen a vuestra tierra.
Vosotros sois protagonistas y ese amplio
Programa de fiestas, es el sello que anuncia al mundo que Moncofa sigue resplandeciendo, porque además de ser únicos, sabéis ser los mejores.
Son muchas las razones que me obligan a sentirme un MONCOFERO MÁS.
¡Bones festes a tots i totes!
José Salvador Murgui Soriano.
Cronista Oficial de Casinos.
Académico de la RACV.