Artistas contemporáneos locales y vino de la Comunidad Valenciana unidos en una exposición y una experiencia en la que el encuentro entre ambos se da a través de esa raÃz común que es la pasión, el oficio y el vÃnculo profundo con la tierra. Hoy y mañana, de 1830 a 2130, las obras de artistas como Horacio Silva, Miquel Navarro, AgustÃn Serisuelo, Silvia LerÃn, Nuria RodrÃguez, Carolina Valls, Carlos Sebastiá, Cristina Gamón, Samuel Nieto o Rosa Torres maridarán con Adriano Cava Ecológico, Tesoro de Villena, Roques Negres, Riu Rao, Ca la Gata, La Forcalla de Antonia, Light My Fire, Les Danses Blanc Mandó, La Mujer Caballo Azul e Impromtu Rosé.
Para el presidente del Casino, Manuel Sánchez Luengo se trata de una acción novedosa y llena de sentido para la Sociedad Valenciana de Agricultura y Deportes. "Llevamos 130 años apoyando la agricultura y la cultura de Valencia, asà que esta propuesta es absolutamente perfecta para nosotros".
Los enólogos de PROAVA han hecho la selección de estos vinos. Cada vino ha sido catado y comprendido desde su color, su aroma y su carácter. "Pero también desde la historia que lo envuelve; desde la tierra que lo nutre, las manos que lo elaboran, la sabidurÃa que lo transforma en una creación única" explica el presidente de PROAVA, LLuis Romero que añade: "A partir de ese conocimiento, se han trazado conexiones sutiles y a la vez poderosas con piezas de arte que resuenan en la misma frecuencia: la del cuidado, el oficio y la búsqueda de lo trascendental a través de lo sensible".
Por eso, el comisario de la exposición, Samuel Casavella, considera que esta exposición "no es una simple suma de elementos, sino una experiencia integradora que invita a abrir todos los sentidos en un maridaje que eleva el acto de mirar y de degustar hacia un nivel de consciencia que trasciende el hedonismo, tocando lo sublime del trabajo humano cuando se hace con entrega, talento y amor".
"El cielo en la tierra" que es el nombre de esta exposición maridaje o armonización de arte y vino, es una invitación Ãntima y selecta para quienes están dispuestos a experimentar, con atención y sensibilidad, una sinestesia entre el arte y el vino. El objetivo es recordar a cada uno de los asistentes que lo más elevado puede encontrarse en lo más cercano.