Eduardo Ovejero. FOTO EPDACon esta frase terminé mi primera reflexión sobre lo que puede suceder si el próximo 25 de Mayo, el PP no logra en la CV, mayor número de apoyos que los otros partidos de Izquierda.
Y para ello reitero (datos aporté), es necesario expliquemos y convenzamos a nuestros simpatizantes y afiliados, el por qué ese día hemos de acudir a las urnas.
¿Y qué ocurriría en España? Pues tras sufrir las consecuencias de algunas políticas inadecuadas, todos los españoles deberíamos saber hasta qué punto nos puede llegar a afectar lo que se decide en Europa y no caer de nuevo en la inconsciencia de una elevada abstención en las Elecciones Europeas.
Hace algunas décadas, Europa vio nacer una experiencia completamente nueva en la historia. Un grupo de países que llevaban siglos desangrándose en continuas guerras decidieron construir una entidad supranacional y caminar en adelante juntos.
La UE sigue siendo el espacio que mejor combina democracia política, eficiencia económica, equidad social y sostenibilidad medioambiental.
En el Partido Popular estamos convencidos de que España debe seguir comprometida de lleno con este proyecto común que nos garantiza la permanencia de esos valores. Estas son las razones por las que consideramos las próximas elecciones al Parlamento Europeo como cruciales para nuestro país.
No podemos ni debemos inhibirnos de ejercer nuestra responsabilidad ese día 25.
El proyecto europeo requiere unos ciudadanos identificados con sus valores y dispuestos a defenderlo. La Unión nació bajo el signo de la reconciliación, de la renuncia al resentimiento. Y algo de resentimiento parece haber en los discursos xenófobos, populistas o simplemente miopes que comienzan a proliferar. Y para combatirlos hemos de aglutinar bajo las siglas del PP Europeo todos los apoyos de las personas que aunque no militen en nuestro Partido también deseen lo mejor para nuestro País.
En los últimos dos años, gracias a las reformas puestas en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy, al compromiso de todas las Administraciones y al esfuerzo del conjunto de los ciudadanos, España ha recuperado su liderazgo en Europa, situándonos otra vez en el lugar que nunca debimos perder. Y desde esta nueva posición que no debemos ya abandonar, nuestros representantes, cuantos más logremos mejor, influirán en las políticas comunitarias para que al menos consigamos lo que nos corresponde a los españoles estos próximos cinco años, pues las decisiones de la UE son claves para los países miembros, y cada día más.
Sin duda podemos hablar hoy de una clara mejoría de nuestro país en Europa en todos los ámbitos: económico, laboral, político y social, encontrándonos en un punto de inflexión para superar la crisis y consolidar el papel de liderazgo europeo que reitero perdimos como consecuencia de la inactividad del anterior Gobierno.
Por este motivo, rechazamos profundamente algunos discursos populistas de la Izquierda, que negando las bondades del proyecto europeo, pretenden sacar rédito de las enormes dificultades por las que han atravesado y siguen atravesando muchos españoles. Europa sigue siendo un espacio de oportunidades para España, es nuestro lugar natural, y un espacio de búsqueda de oportunidades y de soluciones.
Unas Elecciones que nos afectan a todos, que no se celebran en Bruselas sino en cada uno de los rincones de España. (Continuará)
