D. Enrique Duart junto a su esposa Mª José y sus hijos Enrique, Mónica y Mª JoséMás de 200 personas disfrutaron la noche del viernes de una fiesta de ensueño, que conmemoraba el aniversario de uno de los grupos más importantes de España en sistemas de descanso. Desde que en 1963
Desde que en 1966 abriera su primera empresa en Benifaió, entre los momentos importantes para la familia Duart cabe destacar: en 1977 se traslada a Alginet con 6.000m2dando paso a las primeros viajes internacionales y contactos extranjeros; en 1980 abre mercado en Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Kuwait con una fabricación de 220.000 camas metálicas al año para este mercado; en 1982 la empresa supera una crisis gracias a la confianza de trabajadores y proveedores y, después de una gran negociación, se lanza a exportar al mercado europeo, teniendo la necesidad de invertir en la creación de nuevos diseños y embalajes apropiados para esos mercados; y, en 1995, Dupen abre fábrica de colchones en Vietnam.
En la actualidad las cifras se multiplican, datos que se resumen con los más de 30.000 clientes en España y con un futuro prometedor que pasa por ampliar 10.000m2las instalaciones, crear 90 nuevos puestos de trabajo directo, abrir nuevas líneas de negocio, incrementar la presencia en ferias nacionales e internacionales, acrecentar la facturación y ampliar puntos de ventas generando no sólo un aumento en ventas, sino una inversión que convierten al grupo en un referente en el mundo del descanso a nivel mundial.
En la Cartuja Ara Christi de El Puig,
Tras el photocall, los invitados daban buena cuenta del cocktail y una exposición que resumía la trayectoria de la firma en un ambiente del cuarteto de cuerda interpretando temas de The Beatles presididos por una imagen del presidente de la compañía que fue, sin lugar a dudas, junto a su esposa, los anfitriones perfectos para un evento que se perfilaba sumamente emotivo.
Tras un magnifico video de presentación y la preceptiva cena, comenzaron las distintas celebraciones y felicitaciones del evento ya en el claustro de la Cartuja con una espléndida decoración corporativa, en donde la música adquiría el papel más importante ya que cada canción era un homenaje y cada momento una felicitación.
Entre los asistentes que acudieron a la cita de la familia Duart se encontraban los empresarios
