Un grupo de personas camina por la calle en València. EFE- Biel Aliño-Archivo
Un trabajador soltero y sin hijos que gane 16.000 euros al año pagará este 2023 por el tramo autonómico del IRPF 314 euros si reside en la Comunitat Valenciana y 1.207, un 284 % más, si vive en el País Vasco, lo que supone una diferencia de 893 euros, según un estudio del Consejo General de Economistas de España.
El Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2023 señala que la diferencia relativa es mucho menor, pero también importante, para un asalariado con ingresos anuales de 20.000 euros, que pagará 1.910 si tiene su domicilio en Madrid y 2.301, 391 euros y un 20,47 % más, si está afincado en Navarra.
Para unos ingresos por rentas del trabajo de 30.000 euros -solo algo por encima de la media- en los tres territorios vascos se abonarán 4.610 euros y en Cataluña 5.041, un 9,35 % más; y la diferencia vuelve a aumentar si el sueldo es de 45.000 euros, ahora entre los 8.857 euros de País Vasco y los 9.805, un 10,70 % más, de Extremadura.
En las franjas salariales más altas, mucho más minoritarias, las diferencias siguen creciendo.
Así, con unos ingresos anuales de 70.000 euros, la mayor diferencia es entre los 17.989 euros de País Vasco y los 19.816, un 10,16 % más, de Navarra, mientras que a partir de esa cantidad los extremos los marcan Madrid en la parte baja y la Comunidad Valenciana en la alta, donde por ejemplo un contribuyente con una renta del trabajo de 600.000 euros tributará casi la mitad de esa cantidad, un 18,30 % más que un madrileño.
Los datos del estudio del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), órgano especializado en fiscalidad del Consejo General de Economistas de España, ponen de manifiesto las diferencias que las distintas regulaciones fiscales generan en la contribución de los ciudadanos en función de dónde residan.
Unas disparidades que responden a planteamientos ideológicos, haciendo más o menos progresivo el impuesto, y que se pueden cuantificar calculando la media de lo que se tributa en las nueve comunidades gobernadas por el PSOE -Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura, Navarra y La Rioja- y en las cinco gobernadas por el PP -Andalucía, Castilla y León, Galicia, Madrid y Murcia-.
Como promedio, un habitante de una comunidad con gobierno del PP que gane 20.000 euros anuales pagará este año por IRPF un 3,90 % menos que otro que viva en una de las gobernadas por el PSOE, una diferencia que se reduce al 2,56 % si los ingresos son de 30.000 euros.
A partir de ese nivel salarial, en el que están la mayoría de los trabajadores españoles, las diferencias empezarán a subir, al principio poco y, a medida que aumentan los ingresos, más deprisa.
Un contribuyente que gane 45.000 euros pagará en una de las comunidades del PP un 2,94 % menos que si reside en una del PSOE y si gana 70.000 la diferencia será del 2,97 %, pero si sus ingresos son de 110.000 euros se ahorrará un 3,49 %, con 160.000 un 4,76 %, con 220.000 un 5,79 %, con 300.000 un 6,56 %, con 400.000 un 6,94 % y con 600.000 euros un 7,30 %.
En euros, y siempre como promedio, ese contribuyente que vive en una comunidad gobernada por el PP y gana 20.000 euros al año tributará por IRPF 80,74 euros menos que otro en las mismas condiciones que resida en una con gobierno socialista, 126 menos si gana 30.000, 280 si gana 45.000 y 570 si gana 70.000 euros.
El ahorro fiscal se dispara al subir el salario: 1.315 euros para alguien que ingrese 110.000 euros, 2.928 con 160.000 euros, 5.237 con 220.000, 8.485 con 300.000, 12.475 con 400.000 y 20.484 euros -el sueldo de un año entero de muchos españoles- con unos ingresos anuales de 600.000.
Calculado de otro modo, mientras un contribuyente con un sueldo de 20.000 euros al año paga un 0,40 % menos de sus ingresos en una comunidad del PP que en una del PSOE, otro que gane 600.000 se ahorrará de pagar el 3,41 % de sus ingresos, ocho veces y media más.
