Por fin el municipalismo está en la agenda de todas las administraciones: provincial, autonómica y estatal, algo que parece tan obvio pero que ha costado. En España hay más de 8.000 municipios de los que más de 6.000 corresponden a pueblos de menos de 5.000 habitantes.
La Ley 7/1985 regula las competencias y financiación de las administraciones locales, y en la mayorÃa de los casos para nada se parece a los servicios que se prestan desde los Ayuntamientos, ya que seguimos reivindicando que somos la administración más cercana al ciudadano, donde este recurre en cualquier momento sin tener en cuenta si es o no competente y aunque hemos mejorado mucho durante estos últimos años sigue faltando financiación para poder cubrir todas las necesidades que se nos presentan.
Además, nuestros pueblos tienen un componente sentimental importante, cultural y de tradiciones sin olvidar que son custodios del territorio, con el compromiso de ir hacia un modelo más eficaz y eficiente. Nunca debemos olvidar que en una gran parte del territorio español reside una menor parte de la población y además población envejecida.
Vivir en un pueblo es igual a disfrutar de calidad de vida, algo tan valioso hoy en dÃa y es nuestra obligación mantener nuestros pueblos vivos y atendiendo las necesidades de todas nuestras vecinas y vecinos. Yo creo que nadie puede estar en desacuerdo, pero solo legislando lo podemos conseguir. TodavÃa recuerdo cuando consecuencia de la última crisis económica el PP pretendió que desaparecieran los pueblos menores de 1.000 habitantes, como si pudieran borrarlos con una goma, solo por buscar esa eficiencia económica que no social. Aunque lo más sorprendente fue como concejales del PP de pueblos pequeños apoyaban la medida de su partido.
Por ello nada está ganado, el futuro lo tenemos que escribir, y eso pasa por legislar positivamente a favor de todos los pueblos de España, garantizar los servicios públicos que necesariamente necesitan una mayor financiación local.
Reivindiquemos ser de pueblo.
