Fernando de RojasEl sector marítimo recreativo de la Comunitat Valenciana ha salvado la temporada estival pese a la pandemia de la Covid-19. Así lo refleja el Estudio de la Incidencia de la Covid-19 sobre el Sector Marítimo Recreativo de la Comunitat Valenciana: Verano, 2020, elaborado por la Càtedra Blava y financiado por la Conselleria d'Economia Sostenible de la Generalitat Valenciana.
El trabajo, que se basa en numerosas entrevistas en profundidad a empresas, profesionales y asociaciones del sector, analiza la incidencia del coronavirus durante el verano en las actividades marítimo recreativas de todo el territorio valenciano. Entre estas caben destacar los clubs náuticos, empresas auxiliares y de turismo náutico, así como actividades de ocio activo en contacto con el agua (vela, motor, windsurf, pádel surf o submarinismo, entre otros).
El director de la Cátedra, Fernando de Rojas, autor, director y coordinador del trabajo, afirma que los deportes y el ocio náutico en la costa valenciana "han generado en la población una sensación de que es una actividad segura en tiempos de Covid-19. Navegar en familia o hacer un deporte náutico es más seguro que estar en tierra o ir a una discoteca".
De Rojas señala que "costará recuperar los niveles de la actividad previos a la pandemia, aunque el esfuerzo de los integrantes del sector por adaptarse a la nueva situación y las ayudas públicas han conseguido salvar un verano atípico y lleno de incertidumbre". Concretamente, se han recuperado el 100% de los ERTE; el 25% de las firmas pudo reducir precios, mientras que el 75% los mantuvo. Además, la valoración media de la viabilidad del negocio era del 7,4% al inicio de la temporada y solo se redujo en 0,5 al final de la misma.
Una de sus magnitudes más llamativas es que las matriculaciones de embarcaciones para alquiler -un sector emergente- aumentaron un 5,74% en agosto, superando las cifras de los dos años anteriores y compensando, en parte, el parón económico de los meses más duros del confinamiento. Incluso este tipo de búsquedas en Internet aumentó un 115% en empresas de Dénia y Xàbia respecto de 2019.
Entre sus conclusiones cabe destacar la buena acogida por parte del sector de las ayudas prestadas a un colectivo que engloba a casi 500 empresas en 96 municipios costeros y que da empleo a más de 3.500 personas. Además, el documento remarca los numerosos beneficios de la actividad marítimo recreativa para estas localidades ya que el sector ayuda a diversificar y dinamizar la oferta local; refuerza la imagen de turismo de calidad; alarga y desestacionaliza la temporada; crea valores diferenciadores de otros destinos turísticos; capta potenciales clientes de mayor poder adquisitivo y ayuda a crear productos turísticos integradores.
El informe detalla que, durante los meses más duros del confinamiento -marzo, abril y mayo- el sector se paralizó, pero en junio y julio se produjo un crecimiento, que sitúa en mejores perspectivas a las localidades costeras en comparación con los municipios del interior. No obstante, ante un futuro incierto (el estudio se redactó antes de la entrada en vigor del segundo estado de alarma) sería conveniente que las Administraciones Públicas acompañen a los agentes del sector, no sólo a través de medidas aisladas (bonificaciones y aplazamientos de pagos) o medidas de apoyo al turismo (por ejemplo, turismo de fin de semana), sino de un modo integral.
En este sentido, las opiniones recabadas durante el trabajo de campo recalcan que es necesario que la Generalitat Valenciana acabe de asumir las competencias marítimas del Estado que actualmente asume la Dirección General de Costas. Eso supondría un mayor grado de gestión en áreas como la náutica recreativa y de usos costeros. Además, se insiste en que las medidas de apoyo tengan una continuidad en el tiempo ya que son beneficiosas para el sector y se insta con premura a la implementación de un plan de reactivación de la náutica de recreo en la Comunitat Valenciana.
La Comunidad Valenciana, con 518 km de costa, puede beneficiarse de este sector generador de desarrollo avanzado sostenible y protector del ecosistema que además genera empleo y nuevas actividades económicas.
