La diputada Pilar Sarrión visita el centro de teleasistencia. EPDALa Diputació de València ha conseguido, en pleno periodo de confinamiento, potenciar la prestación del servicio de teleasistencia de la corporación, una herramienta clave para ayudar personas mayores de 70 años o de 65 si tienen un grado de discapacidad del 65%, que vivan solas o con otras personas con el mismo riesgo físico o psicosocial, dando de este modo respuesta a este colectivo en una situación especialmente complicada para ellos.
Lejos de reducir el seguimiento a los usuarios de la teleasistencia a causa de las estrictas medidas de seguridad decretadas durante el Estado de Alarma, lo cual ha obligado a implantar el trabajo a distancia, los profesionales han triplicado el número de llamadas para comprobar la situación de estas personas, además de incrementar el acompañamiento psicológico y aportarles información sobre cómo actuar en todo lo relacionado con la pandemia. También ha tenido lugar un aumento de las llamadas de los propios usuarios a los trabajadores con el único fin de conversar.
Otra de las novedades que se ha implementado ante la inédita situación vivida, ha sido la detección de casos en los que personas especialmente vulnerables no tenían acceso a conseguir alimentos. En el momento en el que el profesional percibía durante la llamada esa necesidad, se ponía en contacto inmediatamente con los servicios sociales.
La diputada de Bienestar Social, Pilar Sarrión, ha querido reconocer personalmente la importante labor de los trabajadores a lo largo de estos meses, realizando una visita a las oficinas de teleasistencia. Actualmente, el número de usuarios atendidos asciende a 19.355.
El servicio de teleasistencia de la Diputació de València, puesto en marcha en el año 2003, consiste en la instalación en el domicilio del usuario de una unidad de control remoto que pueden activar estas personas mayores, con movilidad reducida y que habitualmente viven solas en caso de necesitar auxilio. Estos dispositivos comunican con una central receptora, la de la empresa Atenzia, atendida por personal especializado para dar respuesta adecuada a la crisis presentada, bien por sí misma o movilizando otros recursos humanos o materiales, propios del usuario o existentes en la comunidad.
Un servicio, en el que colaboran la corporación provincial y los ayuntamientos, que cuenta además con dispositivos periféricos y de seguridad como sensores que detectan fuego, humo y gas en los domicilios de los usuarios. A su vez, y bajo supervisión e indicación de los trabajadores sociales de los municipios, los usuarios pueden disponer de pulsadores especiales, dispositivos de movilidad y pasividad y periféricos de teclas grandes, si resulta oportuno.
