El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que mañana se aprobará la limitación del precio del gas en el territorio nacional, una medida que se toma conjuntamente con Portugal y que tiene el visto bueno de la Unión Europea.
Esta medida pondrá un tope al precio mayorista del gas que no podrá pasar los 40 euros, una modificación que está pensada para evitar los desmanes del llamado "mercado marginalista" energético, que hace que el precio del gas dispare el precio de la luz.
Esta por ver si la medida funcionará finalmente o si las empresas energéticas encontrarán algún hueco para seguir buscando los llamados "beneficios caídos del cielo" en las rendijas que haya podido dejar en la medida la Unión Europea para permitir que esta "excepción ibérica" del mercado europeo no dañe los principios de libre competencia, pero de momento es una medida que esperan con urgencia todos los sectores productivos, desde las azulejeras que trabajan con el gas, como otros sectores productivos que depende de un coste de la luz que es uno de los factores más importantes, junto a la guerra en Ucrania y sus consecuencias, en la hiperinflación que sufre la economía española.