 Gabriel Echávarri, en su época de alcalde. EFE-MORELL-Archivo
                    Gabriel Echávarri, en su época de alcalde. EFE-MORELL-ArchivoEl exalcalde socialista de Alicante Gabriel Echávarri se sienta mañana 
en el banquillo de los acusados para ser juzgado por un supuesto delito 
de prevaricación al ordenar el despido irregular en 2017 de una 
trabajadora municipal, cuñada del entonces portavoz del PP y actual 
alcalde, Luis Barcala.
La fiscalía pide para el exalcalde una 
pena de 10 años de inhabilitación tras considerar que acordó el cese de 
la trabajadora como represalia contra Barcala, después de que éste 
presentase una denuncia por un supuesto fraccionamiento de contratos 
menores que dio origen al llamado 'caso Comercio'.
Tanto el 'caso
 Comercio' como la denuncia por el despido de la cuñada de Barcala 
empujaron a Echávarri a dimitir en abril de 2018, y el posterior pleno 
de investidura hizo alcalde a Barcala al no recabar el PSPV-PSOE el 
apoyo de la mayoría absoluta de la corporación y ser el popular Barcala 
el candidato del partido minoritario más votado.
Se da la 
circunstancia de que Echávarri ya ha sido juzgado y condenado en 
relación a la causa del 'caso Comercio' a una pena de ocho años y seis 
meses de inhabilitación, junto a dos de sus exasesores, Pedro de Gea y 
Eduardo Díez.
Los tres han recurrido esa sentencia ante el 
Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) tras alegar que no existió el 
fraccionamiento que se les atribuye. En el caso de Echávarri, además, se
 argumenta que tampoco existe ninguna evidencia de que él participase en
 la tramitación de dichos contratos.
En esta segunda causa 
referida a la cuñada de Barcala, que se enjuiciará en la Sección Tercera
 de la Audiencia Provincial, la acusación pública considera que 
Echávarri prevaricó al ordenar el despido de trabajadora interina, 
adscrita a la Concejalía de Cultura, sin que existiese justificación.
Así,
 incide en que no hubo incumplimiento de los objetivos por los que fue 
contratada y añade que la familiar de Barcala formaba parte de un grupo 
de interinos contratados en idénticas condiciones y que Echávarri acordó
 solo su despido, sin tomar decisiones respecto al resto de 
trabajadores.
Por su parte, la defensa de Echávarri solicita su 
libre absolución al considerar que el despido fue legal, que no se 
adoptó ninguna resolución injusta y, en consecuencia, no existió delito.
En
 la vista, que se ha programado en dos sesiones, comparecerán como 
testigo el exedil de Cultura Daniel Simón (Guanyar), que elaboró un 
informe a petición de la Fiscalía en el que subrayaba que no se había 
solicitado prescindir de ningún trabajador.
También prestará 
declaración el exconcejal de Recursos Humanos Carlos Giménez (PSOE), 
quien inicialmente llegó a figurar como investigado en la instrucción de
 las diligencias.
Por último, también están citados tres técnicos
 municipales de Recursos Humanos que emitieron informes favorables al 
despido, además de la propia trabajadora cesada.									
                        
                        	
                        
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